Una explosión en un polvorín clandestino en Huixquilucan, Estado de México, causó la muerte de una persona y dejó seis más lesionadas; el estallido ocurrió sobre la carretera Naucalpan–Toluca
La explosión en el polvorín se registró la mañana del miércoles en un predio ubicado sobre la carretera Naucalpan–Toluca, en el municipio de Huixquilucan. Testigos reportaron una detonación poderosa que elevó una columna de humo visible desde varios puntos aledaños; desde los primeros minutos las palabras clave —explosión, polvorín y Huixquilucan— estuvieron presentes en los llamados de emergencia y en la movilización de cuerpos de auxilio.
Los servicios de emergencia acudieron al sitio de manera inmediata: bomberos, personal de protección civil municipal y estatal, así como autoridades competentes que colaboraron en el acordonamiento y la atención inicial a las víctimas. Se confirmó el fallecimiento de una persona y el traslado de seis lesionados; entre los heridos uno fue considerado de gravedad y fue trasladado en helicóptero al Hospital General López Mateos en Toluca para atención especializada.
Las primeras indagatorias señalan que el taller donde ocurrió la tragedia operaba de manera irregular y sin las autorizaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional para el manejo y almacenamiento de pólvora. Esa irregularidad reaviva la preocupación por los peligros que representan los polvorines clandestinos para las comunidades cercanas y la necesidad de inspecciones más estrictas por parte de las autoridades competentes.
El hecho provocó además la suspensión temporal del tránsito sobre la carretera Naucalpan–Toluca y generó complicaciones viales en la zona mientras se realizaban las labores de respuesta y peritaje. Las autoridades estatales anunciaron que abrirán una investigación para determinar las causas exactas de la explosión y deslindar responsabilidades administrativas o penales.
Organizaciones vecinales y especialistas en seguridad han insistido tras este nuevo incidente en la necesidad de reforzar los operativos de detección y control de talleres clandestinos que fabrican o almacenan pólvora, así como en campañas preventivas para mitigar riesgos futuros.
La explosión en Huixquilucan suma a la larga lista de incidentes por pirotecnia y almacenamiento inseguro que han dejado víctimas en distintos puntos del país.