Organismos internacionales critican la medida impulsada por razones ideológicas; los productos eran aptos hasta 2031 y destinados a países vulnerables.

 

WASHINGTON, D.C. (Marcrix Noticias) – En una decisión que ha generado indignación internacional, el gobierno de Estados Unidos ordenó la incineración de un lote de anticonceptivos valuado en más de 9.7 millones de dólares, pese a que los productos se encuentran dentro de su periodo de vigencia y estaban destinados a programas de salud reproductiva en países con recursos limitados.

El lote, compuesto por pastillas anticonceptivas, dispositivos intrauterinos, implantes e inyecciones, había sido adquirido por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) para ser distribuido en comunidades vulnerables. Sin embargo, por razones políticas impulsadas desde Washington, los insumos no serán enviados a sus destinos originales y serán destruidos en una planta de incineración en Francia antes de finalizar julio.

El proceso de destrucción costará al erario al menos 167 mil dólares adicionales, y ha sido fuertemente cuestionado por organizaciones internacionales como Médicos Sin Fronteras, el Fondo de Población de la ONU y Planned Parenthood, quienes incluso ofrecieron cubrir los costos de transporte y distribución sin éxito.

Críticas por ideologizar la salud pública

Las críticas apuntan a que la medida no responde a razones sanitarias ni logísticas, ya que los productos tienen caducidades que se extienden hasta el año 2031. Para estas organizaciones, la destrucción de los anticonceptivos refleja una visión ideológica restrictiva que pone las políticas internas por encima de las necesidades globales.

La decisión se basa en la reactivación de la llamada “Mexico City Policy” —también conocida como la “Global Gag Rule”—, que prohíbe el uso de fondos federales por parte de organizaciones internacionales que ofrezcan, informen o remitan a servicios relacionados con el aborto. Sin embargo, ninguno de los anticonceptivos a destruir está vinculado a esa práctica, lo que ha generado más controversia.

“Estamos frente a una contradicción dolorosa: mientras millones de mujeres en el mundo no tienen acceso a métodos seguros de planificación familiar, un gobierno decide destruirlos por motivos ideológicos”, señaló un vocero de Médicos Sin Fronteras.

Debate global sobre salud y política

Esta decisión abre un nuevo capítulo en el debate sobre el impacto de las decisiones políticas en la salud pública global, especialmente en el contexto de regiones donde las tasas de embarazos no deseados, mortalidad materna y violencia sexual siguen en aumento.

La comunidad internacional exige mayor coherencia y compromiso con los derechos reproductivos universales, mientras Estados Unidos se enfrenta a crecientes cuestionamientos sobre el uso de fondos públicos y su papel en la respuesta humanitaria global.

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