El menor fue hallado entre escombros, diez días después de ser arrastrado por la corriente junto a sus padres, quienes ya habían sido localizados sin vida. Eran originarios de Guanajuato
A diez días de haber sido reportado como desaparecido, el bebé Carlos Jaime fue encontrado sin vida entre los escombros provocados por las fuertes inundaciones que azotaron el estado de Texas, en Estados Unidos. El menor fue arrastrado por la corriente junto a sus padres, Leonardo Romero, de 43 años, y Natalia Venzor, de 24, quienes también perdieron la vida en el desastre natural.
La familia, originaria de San Miguel de Allende, Guanajuato, había emigrado a Estados Unidos en busca de mejores oportunidades. Fue el pasado 4 de julio cuando, durante la tormenta, la corriente los separó; primero se localizaron los cuerpos de los padres y, tras varios días de intensa búsqueda, este martes se confirmó el hallazgo del menor.
De acuerdo con los testimonios compartidos por sus familiares en redes sociales, la esperanza de encontrar al bebé con vida se mantenía activa.
“Por favor, sigan orando por la búsqueda de su hijo Carlos”, escribieron días antes del trágico hallazgo.
Fueron activistas quienes finalmente localizaron el cuerpo del niño.
En las labores de búsqueda participaron autoridades locales, bomberos, personal de Protección Civil, así como familiares y amigos de la familia. La situación se complicó debido al estado de emergencia y a los daños provocados por las lluvias torrenciales, que dejaron a más de 100 personas desaparecidas, incluyendo a migrantes mexicanos.
Este caso ha conmovido tanto a las comunidades migrantes como a la población en México, donde la familia Romero-Venzor era conocida.
El gobierno estatal de Guanajuato confirmó la identidad de las víctimas y expresó sus condolencias.