En un rincón del estado de Guanajuato hay un lugar en donde el tiempo se ha detenido en su agreste terreno, y ha permitido que cactáceas endémicas lleguen a tener más de cuatro metros de altura y hasta 600 años de antigüedad. Se trata de la Tierra de Gigantes, en el lejano y maravilloso municipio de Victoria.
Enclavado en la Sierra Gorda de Guanajuato, el municipio de Victoria se dirime entre lo boscoso y lo árido, con una de las densidades poblacionales más bajas del país y también, con algunos de los secretos mejor guardados del mundo.
Porque unas 40 hectáreas de este territorio, albergan diferentes tipos de biznagas, algunas de ellas solamente localizables en ese mismo sitio, como biznaga gigante, cuyo nombre científico es Echinocactus platyacanthus, y a la que también llaman ‘asiento de suegra’, cuando todavía no crece muy alto.
La Tierra de Gigantes ha comenzado a convertirse en un destino del turismo alternativo. De esta forma senderistas y personas que aman lo salvaje y el ambiente prístino han hallado en Victoria, una gran alternativa.
En la Tierra de Gigantes, Excélsior logró admirar la fugaz persecución de un venado y un enorme coyote, lo cual es un privilegio para los ciudadanos del mundo urbanizado. El venado logró escapar del cánido saltando una pila de piedras, dejándolo atrás y prohibiéndole ser su desayuno.
Para el alcalde de Victoria, Diego Ramírez Rincón, la reserva ecológica es una gran responsabilidad, no solamente con Guanajuato, sino con el mundo, porque entiende que esta vegetación no existe en ninguna parte del mundo.
