La comunidad de Raudales informa la muerte del manatí, que había sido liberado después de un proceso de rehabilitación.

Chetumal (Marcrix Noticias).- El sábado 2 de marzo, la comunidad de Raudales en Quintana Roo se vio conmocionada por el recale de un ejemplar de manatí, cuyo marcado con cinturón y rastreador reveló que se trataba del querido “Pompeyo”. Tras confirmarse su identidad, se iniciaron los exámenes post mortem, revelando que una septicemia interna aguda fue la causa de su deceso.

Ante este trágico suceso, se activó el protocolo de la Red de Atención a Varamientos de Mamíferos Marinos, con la intervención de la PROFEPA e IBANQROO. El cuerpo del joven manatí, sin lesiones visibles, fue trasladado al laboratorio de mamíferos acuáticos de El Colegio de la Frontera Sur para la realización de la necropsia, confirmando la infección interna aguda como la causa de su muerte.

Pompeyo, durante su tiempo bajo el cuidado de especialistas y voluntarios, fue preparado para la vida en libertad en su hábitat natural. Su adaptabilidad y éxito fueron evidentes, siendo avistado cerca de la Reserva Estatal Santuario del Manatí-Bahía de Chetumal, acompañado de otros ejemplares de su especie.

El monitoreo constante demostró su comportamiento normal y la ausencia de lesiones aparentes, gracias al transmisor que portaba. Pompeyo, un manatí resiliente, vivaz y carismático, dejó una huella imborrable en quienes lo conocieron y trabajaron por su bienestar.

El reconocimiento y agradecimiento a todos los involucrados en su cuidado, muestra la importancia de la colaboración voluntaria y desinteresada en la conservación de especies en peligro. La historia de Pompeyo es un recordatorio de la fragilidad y la resiliencia de la vida silvestre, y su legado perdurará como inspiración para la protección de la naturaleza en Quintana Roo y más allá.

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