Pese a reforma, es difícil para el trabajador acceder a una vivienda digna
Chetumal (Marcrix Noticias)- El mercado inmobiliario en México enfrenta múltiples desafíos, pero uno de los más críticos es la falta de viviendas accesibles para los trabajadores mexicanos.
Este problema no solo afecta a los trabajadores, sino también a las empresas que, debido a la escasez de viviendas cercanas a las zonas de trabajo, enfrentan altos costos en transporte para sus empleados.
Muchos de los nuevos desarrollos inmobiliarios se encuentran en las zonas periféricas de las ciudades, sin acceso a los servicios públicos básicos como el transporte urbano, lo que dificulta a los trabajadores hacerse de una vivienda.
Las empresas inmobiliarias, plantean algunas estrategias para tratar de dar solución a esta problemática de acceso a una vivienda digna, tales como, el desarrollo de viviendas accesibles en zonas urbanas y cercanas a los centros de trabajo.
Esto puede lograrse mediante políticas gubernamentales que incentiven la construcción de viviendas de interés social y la colaboración público-privada para proyectos de desarrollo urbano.
También mejorar en sistemas de transporte público eficientes y asequibles puede reducir la dependencia del transporte privado y disminuir los costos asociados para las empresas. Un transporte público robusto también puede hacer que áreas más alejadas sean más accesibles para los trabajadores.
Se debe promover el desarrollo de zonas de uso mixto, donde se combinen viviendas, oficinas y servicios, puede reducir la necesidad de largos desplazamientos. Este enfoque no solo beneficia a los trabajadores, sino que también puede revitalizar áreas urbanas y mejorar la calidad de vida en general.
También el sector inmobiliario plantea ofrecer incentivos fiscales a empresas que inviertan en la construcción de viviendas para sus empleados puede ser una manera efectiva de abordar el problema. Esto no solo alivia la carga de transporte, sino que también puede fomentar una mayor lealtad y satisfacción entre los empleados.
Fuente: El kapitalista.

