El gobierno chino intensifica sus esfuerzos para elevar la natalidad, con medidas que invaden la privacidad y afectan la autonomía de las mujeres.
China (Marcrix Noticias).- El gobierno chino ha aumentado sus esfuerzos para elevar la tasa de natalidad, implementando medidas que muchas mujeres consideran invasivas e inapropiadas.
Ante el descenso de la población, las autoridades han comenzado a inmiscuirse en las decisiones sobre la maternidad, provocando un debate sobre la privacidad y autonomía de las mujeres.
De acuerdo con un reportaje de The New York Times, las intervenciones del gobierno incluyen visitas inesperadas a los hogares y llamadas telefónicas con preguntas consideradas demasiado personales.
Yumi Yang, una mujer de 28 años, compartió su experiencia tras registrar su matrimonio, cuando un funcionario le entregó vitaminas prenatales gratuitas.
Aunque inicialmente le pareció un gesto amable, la situación se tornó incómoda cuando comenzaron a contactarla para asegurarse de que las estuviera tomando y para seguir de cerca su embarazo. La visita de funcionarios a su casa para solicitar una foto de su bebé fue la gota que colmó el vaso: “Me sentí un poco asqueada”, expresó Yang.

Estas prácticas forman parte de una campaña más amplia para revertir el descenso en la natalidad, que actualmente se estima en una tasa de fertilidad de alrededor de 1,0, comparada con el 1,62 de Estados Unidos.
El Partido Comunista Chino ha implementado varias iniciativas, desde cursos universitarios sobre la importancia del matrimonio y la maternidad, hasta la difusión del mensaje de que tener hijos es una responsabilidad nacional.
La preocupación del gobierno radica en las implicaciones económicas del descenso poblacional. Con un número decreciente de nacimientos, se anticipa una disminución en la mano de obra, afectando el crecimiento económico a largo plazo.
El líder chino, Xi Jinping, ha enfatizado la necesidad de priorizar el nacimiento de hijos, mientras que Gao Jie, delegada de la Federación de Mujeres de China, expresó en una reunión que no dar a luz es una “verdadera lástima”.
Sin embargo, estas declaraciones han sido mal recibidas por muchas mujeres que sienten que sus desafíos, como el alto costo de la crianza y la dificultad para equilibrar la vida profesional y familiar, no están siendo atendidos.
Yang señaló que las generaciones más jóvenes no comparten la misma perspectiva que quienes nacieron en las décadas de 1970 y 1980.
A pesar de que el Partido Comunista ha levantado las restricciones sobre la cantidad de hijos que se pueden tener, las nuevas políticas han devuelto al gobierno a un papel activo en la vida privada de las familias.

En Miyun, un distrito de Pekín, un equipo de propaganda de 500 personas ha sido creado para promover la natalidad, contactando a más de la mitad de las parejas en edad fértil.
Las mujeres también han reportado un aumento en la supervisión de los abortos. En algunas ciudades, se requiere permiso de las autoridades locales para abortar después de las 14 semanas de gestación. Aunque las intervenciones no han alcanzado el nivel de coerción del pasado, existe preocupación de que las restricciones se endurezcan en el futuro.
A pesar de algunos aspectos positivos, como el aumento de recursos para el cuidado infantil, muchas mujeres sienten que sus inquietudes son ignoradas. La presión para tener hijos ha creado tensiones entre las más jóvenes, que prefieren postergar o evitar la maternidad debido a desafíos económicos y personales.
La campaña del gobierno para promover la maternidad ha reavivado el debate sobre los derechos reproductivos, con mujeres luchando por mantener su autonomía en un entorno donde el gobierno busca influir en sus decisiones personales.