La intención es controlar la narrativa. Se prohíbe participar y opinar a título personal y se censura la libertad de expresión en las Mañaneras del Pueblo.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- Por indicaciones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y con el fin de controlar la narrativa, así como posibles actos de corrupción y evitar el golpeteo político dirigido desde afuera, las conferencias de prensa “Las Mañaneras del Pueblo” cuentan con un nuevo reglamento en donde se censura la Libertad de Expresión, desaparece el debate público y se prohíbe a los periodistas participar y opinar a título personal.
A partir del lunes 23 de junio, los periodistas y comunicadores asistentes a las conferencias de prensa encabezadas por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, tendrán que sujetarse a una serie de reglas que trasgrede la libertad de expresión y controla los temas que habrán de publicarse.
Si bien es entendible que las conferencias de prensa deben sujetarse a reglas para ordenar su desarrollo, cuando son organizadas por autoridades, deben respetar los derechos de los particulares, en especial la libertad de expresión y el derecho a cuestionar el desempeño de la función pública.
De la información disponible se observa que los lineamientos incluyen diversas restricciones que exhiben una censura simulada, y una clara intención oficial de controlar la narrativa.
Las reglas prevén, por ejemplo, que quedan prohibidas las intervenciones a título personal y las conferencias no corresponden a un intercambio de opiniones, dos prohibiciones que no son en lo absoluto compatibles con un ejercicio de debate público.
Según diversas notas periodísticas, el lunes pasado se repartió entre los periodistas que acudieron a la conferencia mañanera de la Presidenta Sheinbaum, una copia del nuevo “Reglamento” que implementó el “área de Comunicación Social de Presidencia” para la ejecución y desarrollo de las llamadas Mañaneras del Pueblo.
Lo primero que llama la atención es la informalidad con la que el equipo de la Presidenta ha manejado las reglas de organización de las conferencias.
Desde el punto de vista jurídico, las Mañaneras del Pueblo son un acto de autoridad, y como tal, debe cumplir con los requisitos previstos en la Constitución, lo que ya ha sido corroborado en diversos precedentes judiciales.
En este sentido, la regulación que la Presidencia de la República emita para el desarrollo de estas conferencias debe encontrarse debidamente fundada y motivada, y además tiene que publicarse en el Diario Oficial de la Federación y ser vinculante de observancia general.
En contraste, según las notas periodísticas, el personal de Comunicación Social repartió entre los asistentes a la mañanera una copia del supuesto Reglamento, y luego les pidió que lo firmaran, casi como si se tratara de una circular escolar.
El Reglamento no fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, y la única información oficial disponible, es un archivo en formato pdf que se puede descargar del sitio https://acreditaciones.presidencia.gob.mx/, y se titula “Lineamientos de las Conferencias de Prensa Mañaneras del Pueblo”.
El documento tiene el logotipo de la Coordinación General de Comunicación Social y Vocería del Gobierno, pero no los fundamentos que permitan verificar si dicha autoridad lo emitió ejerciendo sus facultades.
En la fecha, por suerte, el autor del documento insertó al final el texto: “Marzo 2025”, lo que da una pista sobre su antigüedad.
Las nuevas reglas prevén que la Presidenta Claudia Sheinbaum elegirá a “dedazo”, a quienes le podrán formular preguntas, como único criterio para conceder el uso de la palabra.
La autoridad se arroga la facultad de verificar que la información que se genere sea difundida y se vea reflejada en los materiales periodísticos, a través de las plataformas y canales que considere convenientes.
Es decir, los periodistas tienen la obligación -no el derecho- de difundir la información de la conferencia. La dinámica no se asemeja a un ejercicio de libre expresión de ideas y opiniones. Parece más bien un formato de propaganda gubernamental que simula un debate público.
Por otra parte se comentó que esto obedece a que se detectó que muchos de los asistentes recibían dinero de parte de los “adversarios” para meter temas de golpeteo político o entre particulares.
Se rumora que hasta los famosos YouTuber recibían hasta 150 mil pesos por preguntar un tema a modo a intereses particulares de los adversarios y contra las autoridades emanadas de la 4T.
Información: El Economista.