A pesar de las adversidades climáticas, los productores confían en mejorar la producción con nuevas estrategias y avances genéticos.
Cancún (Marcrix, Noticias).- Con la reciente liquidación de la zafra 2023-2024, los cañeros de Quintana Roo comenzaron a prepararse para la próxima cosecha, la zafra 2024-2025.
Liderados por Evaristo Gómez Díaz, presidente de la Unión Local de Productores de Caña de Azúcar (ULPCA) del Ingenio San Rafael de Pucté, los productores ya están en proceso de reparar su maquinaria, crucial para afrontar los desafíos que se avecinan.
El inicio de la nueva zafra está previsto para el 15 de noviembre, aunque los cañeros enfrentan dificultades debido a condiciones climáticas adversas.
La sequía ha afectado a algunos cultivos, mientras que otros han sufrido daños por inundaciones provocadas por las lluvias de julio. Asimismo, las plagas, como la mosca pinta, han impactado negativamente en el desarrollo de la caña.
La liquidación actual ha traído consigo pérdidas significativas, con daños estimados en 140 millones de pesos solo por campos anegados.
A pesar de estos desafíos, Gómez Díaz destacó que la liquidación ha comenzado con los primeros cinco ejidos, permitiendo a los cañeros solicitar préstamos necesarios para la reparación de equipos y la preparación del campo.
“Esperamos tener un estimado más claro en los próximos días, pero es probable que nuestra producción sea menor que en años anteriores”, afirmó Gómez Díaz, reflejando la incertidumbre que pesa sobre los productores.
Sin embargo, a pesar de las adversidades, la zafra 2023-2024 cerró con un precio histórico de 942 pesos por tonelada de azúcar, lo que podría traducirse en un buen retroactivo para los cañeros.
El cierre oficial del ciclo azucarero tuvo lugar el 30 de septiembre, y se anticipa que el pago del retroactivo se realice en noviembre.
Además, se continúa trabajando en el mejoramiento genético de las variedades de caña, con programas del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap), lo que ofrece una luz de esperanza para los resultados en los próximos dos a tres años.
