El campo mexicano cerró 2025 con una producción insuficiente para cubrir la demanda interna, alta dependencia de importaciones y baja productividad agrícola, lo que mantiene distante la autosuficiencia alimentaria
Ciudad de México. ( Marcrix Noticias).- La autosuficiencia alimentaria en México continúa siendo un reto pendiente en 2025, luego de que el campo mexicano no logró producir los alimentos necesarios para abastecer el consumo nacional. A pesar de un ligero aumento en la superficie sembrada, la producción creció de forma marginal, lo que profundizó la dependencia de importaciones y evidenció problemas de productividad y planeación en el sector agroalimentario.
Durante el año, México mantuvo una fuerte dependencia del exterior para la adquisición de granos básicos y oleaginosas, colocándose entre los principales importadores a nivel mundial. Esta situación contrasta con los objetivos oficiales de fortalecer la producción interna y reducir la vulnerabilidad ante factores externos como la volatilidad de precios internacionales o las tensiones comerciales.
En el caso del maíz, cultivo estratégico para la alimentación del país, el incremento en la superficie sembrada no se tradujo en mayor producción, debido a afectaciones climáticas y menores rendimientos por hectárea. Esto provocó una reducción en el nivel de autosuficiencia, obligando a incrementar las compras en el extranjero para cubrir la demanda interna.
El trigo registró uno de los escenarios más adversos del año, con una caída significativa en su producción a causa de la sequía en regiones clave. Como resultado, la autosuficiencia en este grano se ubicó en niveles bajos, incrementando la presión sobre las importaciones y el costo de productos derivados en el mercado nacional.

En contraste, el frijol presentó un desempeño más favorable, al registrar un aumento en su producción y acercarse a niveles altos de autosuficiencia. Sin embargo, este avance fue insuficiente para compensar el déficit general del sistema agroalimentario, donde otros cultivos como arroz y sorgo mantienen una elevada dependencia externa.
Especialistas coinciden en que los resultados de 2025 reflejan problemas estructurales del campo mexicano, entre ellos la falta de inversión, financiamiento limitado, altos costos de producción y una política pública que no ha logrado elevar la productividad. Sin cambios de fondo, la autosuficiencia alimentaria seguirá siendo un objetivo distante para el país.
