La empresa aeroespacial de Jeff Bezos completó con éxito un nuevo vuelo tripulado con la nave New Shepard y reforzó su apuesta por el turismo espacial inclusivo.

 

Estados Unidos (Marcrix Noticias).– Blue Origin, la compañía aeroespacial propiedad de Jeff Bezos, realizó con éxito un nuevo vuelo suborbital tripulado en el que participó por primera vez una persona usuaria de silla de ruedas, marcando un precedente en la industria del turismo espacial. 

La misión, identificada como NS-37, despegó alrededor de las 9:15 horas, tiempo de Nueva York, desde el oeste de Texas y tuvo una duración aproximada de 11 minutos.

El lanzamiento, que originalmente estaba programado para el 18 de diciembre, fue pospuesto debido a un problema detectado durante las revisiones previas al vuelo. Una vez resuelta la situación técnica, la cápsula New Shepard despegó sin contratiempos y aterrizó de manera segura tras completar el recorrido más allá de la línea de Kármán, considerada el límite del espacio.

Entre los seis tripulantes se encontraba Michaela Benthaus, ingeniera aeroespacial de la Agencia Espacial Europea, quien sufrió un accidente en bicicleta de montaña en 2018 que la dejó con movilidad reducida. 

Su participación convirtió a esta misión en la primera en llevar al espacio a una persona usuaria de silla de ruedas, sin que ello implicara modificaciones estructurales de alto impacto en la nave.

Blue Origin informó que la cápsula New Shepard fue diseñada desde su origen bajo criterios de accesibilidad. Para esta misión se incorporaron apoyos como una tabla de transferencia para facilitar el acceso al asiento, un elevador en la torre de lanzamiento y asistencia directa del personal médico y técnico durante todas las fases del vuelo, desde el abordaje hasta el aterrizaje.

Además de Benthaus, la tripulación estuvo integrada por Hans Koenigsmann, exejecutivo de SpaceX; Joey Hyde, físico y empresario; Neal Milch, ejecutivo del sector biomédico; Adonis Pouroulis, empresario del ramo energético; y Jason Stansell, especialista en informática. Todos recibieron capacitación médica y técnica previa al despegue.

Con este vuelo, Blue Origin completó su decimosexta misión tripulada y consolidó su presencia en el mercado del turismo espacial, un sector en el que compite directamente con otras compañías privadas. 

Aunque la empresa no ha revelado el costo de los boletos, se estima que estas experiencias tienen un precio de varios cientos de miles de dólares.

La compañía también destacó que este tipo de misiones buscan ampliar el acceso al espacio y demostrar que los avances tecnológicos permiten una mayor inclusión, al tiempo que continúa desarrollando otros proyectos como el cohete New Glenn, destinado a misiones de mayor alcance y carga pesada.

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