El clásico español en Sevilla definirá mucho más que un título: para el Barça, la posibilidad del triplete; para el Madrid, la salvación de su temporada y el posible adiós de Ancelotti.
Hoy, Barcelona y Real Madrid protagonizarán una nueva y emocionante edición del clásico español, esta vez en la final de la Copa del Rey, en el Estadio La Cartuja de Sevilla ante más de 70 mil aficionados.
Para el Barcelona, dirigido por el alemán Hansi Flick, el encuentro representa la oportunidad de encaminarse hacia un triplete histórico, ya que lideran la Liga Española y están en semifinales de la Champions League. “Iniciamos un viaje al principio de la temporada y tenemos la opción de ganar tres títulos, pero sabemos que será difícil”, advirtió Flick en la previa.
El Real Madrid, por su parte, llega con la urgencia de salvar su temporada, tras quedar eliminado de Europa y estar rezagado en liga. La Copa del Rey podría significar no solo un trofeo, sino el último logro de Carlo Ancelotti como entrenador merengue, ante los persistentes rumores que lo vinculan con la selección de Brasil.
Levantar el título en un clásico tendría un valor simbólico enorme para ambos equipos. El Barça, además, buscará mantener la hegemonía tras golear al Madrid en los dos clásicos anteriores de la temporada: 5-2 en la Supercopa y 4-0 en el Santiago Bernabéu.
“Hemos perdido de mala manera los dos partidos anteriores. Ahora tenemos una revancha”, admitió Federico Valverde, mediocampista del Real Madrid.
Será la primera final de Copa entre ambos equipos desde 2014. Históricamente, el Barcelona domina el palmarés del torneo con 31 títulos, mientras que el Real Madrid suma 20.
El rey Felipe VI será el encargado de entregar el trofeo en un duelo que promete quedar grabado en los libros de historia.