Las imágenes permitirán profundizar en el estudio de los campos magnéticos de los gigantes gaseosos.
Un nuevo logro del telescopio espacial James Webb ha dejado asombrada a la comunidad científica: las auroras de Júpiter fueron captadas con una definición sin precedentes, revelando detalles jamás vistos de estos deslumbrantes fenómenos cerca de los polos del planeta más grande del sistema solar.
Las luces danzantes, visibles en el espectro infrarrojo, se originan cuando partículas de alta energía colisionan con los átomos en la atmósfera joviana, desencadenando un espectáculo de luz provocado por la interacción entre el campo magnético del planeta y el viento solar.
“Estas auroras son similares a las de la Tierra, pero muchísimo más intensas”, señalaron científicos del equipo internacional que analiza los datos del Webb.
Una escala incomparable
En la Tierra, las auroras polares son provocadas por la interacción entre el viento solar y la magnetosfera terrestre, generando luces verdes, rojas o violetas. En Júpiter, sin embargo, la situación es mucho más extrema.
Gracias a su potente campo magnético y a una atmósfera más densa, las auroras se extienden en una escala gigantesca y brillan con una intensidad tan alta que pueden ser observadas incluso desde millones de kilómetros, algo posible únicamente con instrumentos como el telescopio James Webb.
Neptuno también reveló sus auroras
No es la primera vez que el Webb capta auroras en planetas lejanos. Recientemente también logró fotografiar con gran definición las auroras de Neptuno, un fenómeno que apenas había sido observado brevemente por la sonda Voyager 2durante su histórico sobrevuelo en 1989.
Estos hallazgos permitirán a los astrónomos comprender mejor la dinámica magnética y atmosférica de los gigantes gaseosos, abriendo nuevas líneas de investigación sobre cómo interactúan con su entorno espacial.