Especialistas y Jugadores Anónimos advierten que la tecnología facilita el crecimiento de la ludopatía en menores y adultos.

 

Yucatán (Marcrix Noticias)-La ludopatía, reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 1992 como una adicción progresiva, se ha convertido en un problema creciente en Yucatán, impulsado principalmente por el auge de las apuestas en línea. Integrantes del Grupo Jugadores Anónimos “Vuelve a Vivir Mérida” advierten que cada vez más jóvenes, algunos menores de edad, llegan en busca de apoyo para enfrentar esta enfermedad que afecta la economía, las relaciones familiares y la salud mental.

“Ahora los que llegan más al grupo son jóvenes, no pasan de 25 años. Antes eran personas de 30 a 50 años, pero hoy la mayoría de los nuevos casos están vinculados al juego en línea”, señalaron integrantes de Jugadores Anónimos. Explicaron que este tipo de apuestas resulta aún más difícil de controlar porque está al alcance de un teléfono celular y no requiere trasladarse físicamente a un casino.

Un testimonio anónimo de un hombre que asiste desde hace casi 10 años al grupo ilustra la gravedad del problema: “Yo pensé que podía controlar el juego, que en algún momento lo iba a dejar, pero no fue así. Perdí dinero, trabajo, autoestima y valores. Por cada peso que gané, gasté cien. La adicción me arrastró y sólo pude detenerme cuando acepté que necesitaba ayuda. Esto destruye familias y vidas enteras”, relató.

Los integrantes de Jugadores Anónimos subrayan que la problemática inicia cada vez a edades más tempranas. Se han acercado madres de niños de apenas 11 años, quienes en lugar de comprar su uniforme escolar destinaron el dinero a adquirir tarjetas para videojuegos con apuestas integradas.

“Los padres creen que mientras los hijos están frente a una pantalla están tranquilos, pero eso puede convertirse en un semillero para la ludopatía”, advirtieron.

El psiquiatra Arsenio Rosado Franco coincide en que la tecnología ha abierto nuevos frentes en la salud mental.

“Hoy día un niño no debe tener una pantalla; sin embargo, muchos padres ponen un celular en sus manos desde los cuatro o cinco años. El uso excesivo de pantallas genera retrasos en el desarrollo emocional, aislamiento y favorece adicciones conductuales como el juego en línea. Los jóvenes pueden pasar hasta ocho horas al día frente al celular, perdiendo conexión social, ejercicio y vínculos familiares”, explicó.

Agregó que las casas comerciales y plataformas digitales carecen de ética al promover apuestas en línea mediante equipos de fútbol, béisbol y anuncios en televisión, lo que incrementa la exposición de los adolescentes.

“Un joven que se siente solo o desmotivado encuentra en el juego un paliativo, pero eso deriva en dependencia, ansiedad y depresión”, puntualizó.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

No puedes copiar el contenido de esta página