Los dos alcaldes de la Costa Chica que habían solicitado licencia al Congreso de Guerrero para separarse de su cargo por los hechos de violencia ocurridos en sus municipios regresarán y serán escoltados por la Guardia Nacional.
Se trata del alcalde de Cuajinicuilapa, Hildeberto Salinas Mariche y la presidenta municipal del nuevo municipio de San Nicolas, Tarsila Molina Guzmán, los dos rindieron protesta el pasado 30 de septiembre y solicitaron licencia al ser amenazados de muerte por grupos de la delincuencia.
También regresara la síndica, Stephani Clica Zárate, quien también había tramitado su licencia, pero como todos ellos nunca ratificaron la solicitud ante el Congreso esta no procedió.
A los tres funcionarios de elección popular se les había otorgado protección con Policías Estatales, pero los tres la rechazaron y ahora la Guardia Nacional quedara a cargo de su seguridad y se espera que en las próximas horas regresen a su puesto.
Sin embargo, la situación en Cuajinicuilapa es grave, nunca se habían presentado hechos violentos como ha ocurrido en los últimos días, primero asesinaron a un líder de los transportistas identificado como Antonio y a su hermano en pleno centro de la ciudad.
Posteriormente al tesorero del Ayuntamiento, Roberto Avelino, le quemaron una casa y un auto. Y al día siguiente fueron esparcidos los restos de varias personas en la carretera. Esto ha provocado que se suspendan clases y la gente salga lo menos que se pueda a la calle.
Los dos alcaldes y la síndica ya habían recibido resguardo de parte de la Guardia Nacional cuando fue el proceso electoral, pero esta seguridad se terminó al rendir protesta del cargo.
Debido a todos estos hechos el Ayuntamiento de Cuajinicuilapa permaneció cerrado por varios días.