Se denunció que una adolescente fue víctima del consejero juvenil Adventista, quien la acosó sexualmente.
Chetumal (Marcrix Noticias)- En Chetumal, una adolescente rompió el silencio y denunció a quien, bajo el título de líder juvenil o consejero juvenil de la iglesia Adventista de Chetumal, la acosó sexualmente.
Se señala que pueden haber más casos de adolescentes acosadas por este consejero juvenil Adventista.
La denuncia anónima ante la Fiscalía General del Estado fue recibida y en ella se indica que el acoso sexual se realizó dentro de la iglesia Adventista ubicada en la avenida Obregón, entre 5 de Mayo e Hidalgo, en el centro de Chetumal.
De acuerdo al reportaje escrito y compartido a Marcrix Noticias por el periodista JuanJo, el victimario señalado es un hombre con autoridad, guía espiritual de menores, que usó su posición para incomodar, manipular y asustar a está adolescente y otras más.
Lo más alarmante es que no se trataría de un caso aislado, ya que hay otras adolescentes padeciendo el acoso sexual.
Hasta ahorita las autoridades de la iglesia Adventista no se han pronunciado al respecto, pero trascendió que en estos casos prefieren proteger más al agresor que a la víctima.
Lo trascendente es que está adolescente se armó de valor y rompió el silencio denunciando el acoso sexual recibido al interior de la iglesia Adventista y su red de apoyo le creyó.
Juanjo escribe “Ahora toca a la comunidad abrir los ojos, dejar de encubrir con títulos de -hombre de fe- lo que es simple y llanamente violencia sexual”.
Según el testimonio, el hombre —que dirige grupos de jóvenes dentro de la Iglesia Adventista del Séptimo Día ubicada sobre la avenida Álvaro Obregón en Chetumal, Quintana Roo, no solo ha enviado mensajes fuera de horario con intenciones dudosas, sino que incluso ha llegado a dedicarle canciones inapropiadas y a intentar tocarla durante actividades dentro del templo.
“Mi prima estaba decaída. Pensamos que era cosa de la edad. Pero luego tuvo el valor de contarlo: lo que vive no es tristeza, es miedo”, relata su familiar, quien también decidió hablar para que nadie más tenga que callar.
El nombre ha sido dicho. Sus iniciales son H.C. Su rostro se esconde tras la imagen de un mentor, pero la denuncia lo pinta distinto.