Cadáver encontrado en Choix es del José Noriel Portillo
Ciudad de México (Marcrix Noticias).— La muerte del narcotraficante José Noriel Portillo Gil, “El Chueco”, identificado como el responsable del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en junio del año pasado, “de ninguna manera puede considerarse como un triunfo de la justicia ni como una solución al problema estructural de violencia en la sierra Tarahumara”, afirmó la Compañía de Jesús.
En un comunicado difundido después del hallazgo de un cadáver en Sinaloa, y de quien se presumía es “El Chueco”, la congregación indicó que la muerte de “El Chueco” demostrará “la ausencia de un proceso legal conforme a derecho con relación a los homicidios” de los jesuitas.
También, dijo la Compañía de Jesús, “implicaría un fracaso del Estado mexicano frente a sus deberes básicos y confirmaría que en la región las autoridades no detentan el control territorial”.

Horas después de la declaración de la Compañía de Jesús, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que el cadáver encontrado en Choix es del supuesto asesino de los dos sacerdotes y un guía de turistas en Urique, Chihuahua, en junio del año pasado.
Este desenlace ”no es el que esperábamos ni es por el que trabajamos”, agregó el comunicado de la Compañía de Jesús.
Ante ello, reiteró su llamado a que se cumplan las medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para construir condiciones de seguridad en la región tarahumara.
“Los jesuitas nunca hemos callado ni callaremos ante la violencia y la deshumanización. Seguiremos en la Tarahumara y en otras regiones de México, trabajando para que haya paz, justicia, derechos humanos y reconstrucción del tejido social”, señala el comunicado.
El Chueco fue identificado como el presunto responsable del asesinato en Urique de dos jesuitas, Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, en junio del año pasado, y de un reconocido guía de turistas.
El cadáver fue encontrado el miércoles en Choix, Sinaloa, y reconocido, primero, por las hermanas de Noriel Portillo, y luego por pruebas de ADN.
El cuerpo presentaba un disparo en la cabeza.
