Cada vez más parejas se ven beneficiadas por el nuevo Código de las Familias, que establece como derechos para todos los cubanos, independientemente de su orientación sexual, casarse y adoptar hijos
LA HABANA.- Pedro Rafael Delgado, un contador cubano de 56 años, vio cambiar drásticamente su vida pocos días después de que Cuba aprobara en referendo un conjunto de leyes que dan luz verde al matrimonio homosexual.
Durante más de una década, Delgado, quien trabaja en una oficina del Partido Comunista de Cuba, vivió como “amigo” de su pareja de 62 años, Adolfo López. Carecía de los derechos básicos y se sentía rechazado, incluso por su propia familia.
“Ser gay era el bochorno de la familia”, dijo.
El nuevo Código de las Familias de Cuba, un conjunto de medidas y normas que establece derechos para todos los cubanos, independientemente de su orientación sexual, a casarse y adoptar hijos, lo cambió todo, afirmó Delgado.
Pero activistas y expertos sostienen que la amplia campaña dirigida por el gobierno para promover la ley hizo más para moderar la homofobia y el machismo arraigados que la letra pequeña del propio Código, que rige la totalidad de las relaciones familiares y no sólo los temas que abordan la orientación sexual.