Cancún vivió una noche sangrienta, la cual dejó saldo de 3 ejecutados y 2 lesionados por arma de fuego.
Cancún(Marcrix Noticias).- La ciudad vivió verdaderas horas de terror, con tres ejecutados, uno de ellos con el tiro de gracia, y dos lesionados, uno de ellos de gravedad en la taquería “Gaby”, fue el saldo de una noche de sábado y un amanecer de domingo, extremadamente violentos.
Ya en el transcurso del día habían sido hallados dos cuerpos maniatados y mutilados: uno de ellos putrefacto por la carretera de Gas Auto, y más tarde otro cuerpo maniatado, empalado y decapitado en avenida Periférico de Villas Otoch en la Supermanzana 247.
Tiro de gracia
Sin embargo lejos estaba de detenerse el derramamiento de sangre entre presuntos miembros de los diversos cárteles que se disputan la plaza, y por cobro de derecho de piso, pues cuando se aproximaba la medianoche se reportó el hallazgo del cuerpo de un hombre maniatado de pies y manos, el rostro encintado, con huellas de violencia y el tiro de gracia en la avenida Centenario del Fraccionamiento La Selva en la Región 226.
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Balean a ‘El Negro‘
Un hombre, apodado “El Negro” fue baleado en la pierna derecha al filo de la madrugada del domingo cuando se encontraba afuera de una (o su) casa en la calle 97 de la Región 219.
El, o los responsables, huyeron del lugar tras dejar herido a el hombre que quedó tendido en la banqueta y en donde fue auxiliado por paramédicos.
Taquería ‘paga con sangre’
Transcurría la primera hora del domingo cuando las alarmas volvieron a sonar. Esta vez el ataque fue dirigido a una Taqueria ubicada en Villas del Mar, en la Supermanzana 248.
De acuerdo a las imágenes captadas por los medios de comunicación y reportes de la policía, dos trabajadores fueron asesinados a balazos y uno más, que se trasladó al hospital por sus propios medios, quedó gravemente herido.
Sicarios llegaron a la Taqueria “Gaby”, ubicada en la avenida Kabah, ceca del Arco Vial, y dispararon en repetidas ocasiones armas calibre 9 mm en contra de los trabajadores.
Presuntamente había amenazas del crimen organizado por negativa a pagar “derecho de piso”.