La mujer fue extubada, ya respira por sí misma y continúa estable tras el accidente aéreo ocurrido en Galveston, Texas.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- La madre del niño que murió tras el avionazo ocurrido en Galveston, Texas, ya respira por sí misma y se encuentra estable, de acuerdo con información difundida este sábado por la Fundación Michou y Mau, a cinco días del accidente aéreo registrado el pasado 22 de diciembre.
La mujer, identificada como Julia Aracelis Cruz Vera, resultó gravemente lesionada durante el siniestro y permanecía bajo atención médica especializada. Su evolución ha sido reportada como favorable, mientras continúa en observación.
Cómo ocurrió el accidente doméstico del menor
El niño Federico Efraín Ramírez Cruz, de dos años de edad, sufrió quemaduras de tercer grado luego de caer de manera accidental en una olla con agua hirviendo dentro de su vivienda, ubicada en Escárcega, municipio del sur de Campeche.
De acuerdo con la información disponible, el recipiente había sido colocado en el suelo para templar el agua antes de bañar al menor. Tras el accidente, sus padres, quienes se dedican a la venta de dulces en el parque principal de la localidad, lo trasladaron inicialmente a un hospital cercano y posteriormente a una clínica privada.
Ante la gravedad de las lesiones y la falta de especialistas en atención de quemaduras severas, Federico fue llevado en un vehículo particular, al no contar con ambulancia, al Hospital Agustín O’Horán, en Mérida, Yucatán.
Gestión del traslado internacional para atención especializada
Personal médico del hospital en Mérida estableció contacto con la Fundación Michou y Mau, organización que gestiona el traslado de niñas y niños con quemaduras graves al Shriners Children’s Hospital, en Galveston, Texas, Estados Unidos.
El traslado aéreo fue coordinado con apoyo de la Secretaría de Marina, como parte del protocolo para atención médica especializada en casos críticos.
Sin embargo, el avión Beechcraft B350i, matrícula ANX-1209, perteneciente a la Secretaría de Marina, se desplomó en el mar cuando se aproximaba para aterrizar en Galveston, en medio de condiciones de densa neblina.
El accidente dejó un saldo de seis personas fallecidas: el menor Federico, el médico Juan Alfonso Adame González, de 33 años de edad, y cinco elementos de la Marina. Dos personas sobrevivieron al impacto: la madre del menor y la enfermera Miriam de Jesús Rosas Mancilla.
Julia Aracelis Cruz Vera fue rescatada del agua por Sky Decker, un ciudadano que se encontraba pescando en la bahía de Galveston junto a su hijo al momento del accidente.
Dos días después del siniestro, el 24 de diciembre, Edward Ramírez, padre del menor, viajó desde Mérida a la Ciudad de México y posteriormente a Galveston, con el objetivo de reencontrarse con su esposa y realizar los trámites para la repatriación del cuerpo de su hijo.
