Nacional (Marcrix Noticias) – El reciente atentado con coche bomba registrado en Coahuayana, Michoacán, abrió nuevas alertas entre especialistas en seguridad. El método empleado no solo genera preocupación local, sino que también despierta comparaciones con prácticas usadas durante décadas por grupos armados en Colombia.
De acuerdo con analistas, la forma en que fue ejecutado el ataque sugiere una planificación técnica y un conocimiento previo en el uso de explosivos. Estas características han llevado a considerar la posible participación indirecta de actores con experiencia extranjera.
El coche bomba y un patrón conocido
El coronel retirado de la Policía Nacional de Colombia, Miguel Tujano, analista en políticas públicas y conflicto armado, señaló que el esquema observado en Michoacán guarda similitudes claras con hechos registrados en Colombia desde los años ochenta.
Según explicó, durante ese periodo distintos grupos ilegales utilizaron vehículos cargados con explosivos para atacar instalaciones oficiales, intimidar autoridades y demostrar dominio territorial. Estas acciones eran frecuentes en zonas donde se desarrollaban economías ilícitas.
Transferencia de conocimiento criminal
Tujano afirmó que no resulta extraño pensar en una posible transferencia de conocimiento hacia organizaciones criminales mexicanas. Señaló que exintegrantes de estructuras armadas colombianas cuentan con experiencia técnica acumulada durante décadas.
“Sí se puede presumir que existe transferencia de conocimiento. Ex guerrilleros, paramilitares o miembros desmovilizados que dominaron estas técnicas podrían estar apoyando a cárteles mexicanos”, señaló el especialista. Agregó que este fenómeno se ha observado desde los años ochenta.
El uso del coche bomba responde, según el analista, a objetivos bien definidos. Entre ellos se encuentran presionar a las autoridades, frenar operativos de seguridad y eliminar amenazas a las actividades criminales.
Motivos detrás del uso del coche bomba
El experto explicó que estos ataques no suelen ser improvisados. Indicó que cuando se repiten patrones tan específicos, es razonable considerar la existencia de asesoría externa o entrenamiento previo.
“Son acciones calculadas, no improvisaciones”, afirmó. Añadió que el mensaje principal es demostrar capacidad operativa y control sobre el territorio.
Vínculos entre organizaciones de México y Colombia
Aunque las investigaciones oficiales continúan, Tujano recordó que existe una relación histórica entre cárteles mexicanos y grupos armados ilegales colombianos. Dicha relación facilita el intercambio de tácticas y conocimientos.
“El apoyo no es gratuito. Puede pagarse con armas, dinero o droga. Es una dinámica conocida en el narcotráfico”, explicó.
Colombia ha enfrentado durante años ataques con carrobombas, motobombas y otros artefactos explosivos. Muchos de estos métodos, advirtió, pueden adaptarse a distintos contextos criminales.
Retos para las autoridades
Para las autoridades mexicanas, determinar si hubo entrenamiento extranjero será clave para comprender la evolución del crimen organizado. Identificar estos vínculos permitiría anticipar posibles ataques similares.
Analistas coinciden en que el uso del coche bomba representa una escalada en las tácticas criminales. Señalan que se trata de métodos que Colombia padeció durante décadas y que ahora parecen reaparecer en México.