El senador por Quintana Roo votó a favor de la reforma, al señalar que se protege a pequeños productores y se garantiza el acceso al agua como derecho humano.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).– El senador Eugenio “Gino” Segura votó a favor de la nueva Ley de Aguas Nacionales durante la sesión plenaria del Senado de la República, al considerar que con esta reforma el agua deja de ser tratada como un negocio y se restituye como un derecho del pueblo de México, en concordancia con la visión del actual gobierno federal.
El legislador recordó que la Ley de Aguas Nacionales de 1992 permitió convertir el agua en un activo financiero, al otorgar títulos de concesión que podían comprarse, venderse y concentrarse como si se tratara de bienes comerciales.
Esta dinámica, explicó, facilitó que grandes consorcios acapararan agua subsidiada originalmente destinada al campo para después modificar su uso y revenderla a industrias con altos ingresos.
De acuerdo con Segura, este modelo provocó un grave impacto social y económico, ya que el costo del agotamiento y la degradación del agua superó los 102 mil millones de pesos anuales.
Mientras comunidades completas y pequeños productores del norte del país enfrentaban sequías severas, se documentaron casos de acaparamiento extremo del recurso, incluso para proyectos privados que operaban al margen de la legalidad.
El senador señaló que la reforma aprobada regresa la rectoría del agua al Estado y al pueblo de México, protege el vínculo entre tierra y agua, otorga certeza a los pequeños productores y elimina el mercado secundario de títulos de concesión, al derogar los artículos que permitían su transmisión entre particulares con fines especulativos.
Detalló que, a partir de ahora, el excedente de agua ya no podrá ser vendido al mejor postor, sino que será canalizado a un Fondo de Reserva, para garantizar el acceso en zonas con escasez y fortalecer la soberanía alimentaria del país. Con ello, afirmó, se pasa de un modelo de mercado a uno de justicia hídrica.
Gino Segura subrayó que esta reforma sustituye la especulación por la reasignación pública del recurso y fortalece el carácter social del agua.
Con la aprobación de la nueva ley, dijo, se cumple no sólo con lo establecido en la Constitución, sino también con un compromiso ético para garantizar el derecho humano al agua para todos los mexicanos.