La Cámara de Diputados acelera el dictamen que busca la prohibición total de vapeadores en México, argumentando riesgos sanitarios y el incremento de consumo entre jóvenes

Ciudad de México. ( Marcrix Noticias).- La Comisión de Salud definió un proyecto que elimina por completo la posibilidad de fabricar, distribuir, vender o usar dispositivos electrónicos para inhalar nicotina o sustancias químicas. El planteamiento contempla restricciones absolutas y un esquema de sanciones que va de uno a ocho años de cárcel, además de multas de hasta dos mil Unidades de Medida y Actualización, lo que significaría un castigo económico considerable para cualquier involucrado.

Los legisladores que promueven la iniciativa sostienen que los vapeadores emiten aerosoles con metales pesados como plomo, níquel y cadmio, así como compuestos volátiles que pueden dañar gravemente los pulmones. Subrayan que el crecimiento del consumo entre adolescentes responde, en gran medida, a estrategias de mercadeo con sabores atractivos, empaques llamativos y presencia en plataformas digitales dirigidas a un público menor de edad.

El dictamen también busca respaldar y operativizar una reforma constitucional ya aprobada que prohíbe estos dispositivos a nivel nacional. En paralelo, la Gaceta Parlamentaria reporta más de un centenar de amparos activos, derivados de la resolución de la Suprema Corte que en 2022 cuestionó la falta de evidencia científica sólida para una prohibición absoluta. La nueva legislación pretende cerrar esa brecha y otorgar herramientas claras a la Secretaría de Salud para supervisar y sancionar.

Aunque existen voces críticas que advierten sobre un posible crecimiento del mercado ilegal y la necesidad de una regulación más matizada, el bloque mayoritario en la Cámara considera que la prohibición es una respuesta necesaria frente al incremento del consumo juvenil y los riesgos sanitarios documentados. El debate se centra ahora en el equilibrio entre libertad personal, salud pública y control de sustancias.

La Comisión de Salud votará el proyecto en su siguiente sesión. Si obtiene aprobación, pasará al Pleno para su discusión definitiva, abriendo la puerta a uno de los marcos regulatorios más estrictos del mundo en materia de vapeo.

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