El Papa León XIV aceptó la renuncia del obispo español Rafael Zornoza en medio de un proceso eclesiástico por presuntos abusos sexuales ocurridos en los años noventa
Ciudad del Vaticano. (Marcrix Noticias).- La aceptación de la renuncia de Rafael Zornoza por parte de León XIV marca un episodio particularmente sensible para la Iglesia española. El obispo, de 76 años, había presentado su dimisión tras alcanzar la edad reglamentaria, pero el proceso coincidió con señalamientos de abuso sexual que lo mantienen bajo escrutinio. Según la denuncia, los hechos habrían ocurrido cuando el prelado dirigía un seminario y habrían involucrado conductas inapropiadas hacia un menor durante varios años.
La acusación motivó la apertura de un procedimiento en un tribunal eclesiástico, lo que generó una reacción inmediata tanto en la diócesis de Cádiz como en la opinión pública. La institución religiosa calificó los señalamientos como falsos, pero reconoció que Zornoza coopera con las autoridades canónicas encargadas de esclarecer lo ocurrido. El proceso permanece activo y continúa recabando información.

El entorno del obispo ha señalado que el prelado enfrenta además un problema de salud grave, lo que habría limitado su actividad pastoral reciente. Pese a ello, las instancias eclesiásticas han insistido en que la investigación seguirá su curso y que la salud del jerarca no interfiere con la responsabilidad de atender las denuncias.
La renuncia aceptada por León XIV constituye el primer caso de un obispo investigado por abuso sexual que deja el cargo bajo este pontificado. El episodio se inscribe en un periodo de mayor vigilancia interna en España, donde diversas diócesis han sido señaladas por presuntos encubrimientos y omisiones en casos de agresiones sexuales.
Por el momento, el Vaticano no ha informado quién asumirá de manera definitiva la conducción de la diócesis de Cádiz. En tanto se nombra un sucesor, permanecerá un administrador apostólico provisional mientras continúa el proceso eclesiástico contra Zornoza y se determina la responsabilidad del exobispo en los hechos denunciados.
