Aunque el índice anual cerró octubre en 3.57%, los alimentos básicos siguen presionando directamente el gasto de las familias mexicanas.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- La inflación en México cerró octubre con una tasa anual de 3.57%, una cifra que a primera vista podría interpretarse como señal de estabilidad económica. Sin embargo, para millones de hogares la experiencia cotidiana fue muy distinta: productos esenciales de la canasta básica, especialmente el bistec de res y la leche, registraron aumentos notables.
A pesar del comportamiento moderado de la inflación general, el rubro de alimentos continúa siendo el principal factor que afecta el bolsillo. Los incrementos en productos básicos se sienten de manera inmediata en la mesa familiar, evidenciando que la inflación oficial no siempre coincide con la que percibe el consumidor.
Especialistas apuntan que la presión inflacionaria se concentró en carnes, lácteos y alimentos procesados. Para muchas familias, esto se traduce en gastar más para adquirir la misma cantidad o bien sustituir los productos habituales por alternativas más económicas.
El encarecimiento del bistec de res y la leche responde a diversos factores, entre ellos mayores costos de producción, aumentos en el precio del alimento para ganado, ajustes logísticos y un entorno internacional más costoso. A ello se suman los retos en transporte y distribución, que repercuten directamente en el precio final al consumidor.
También influyen la demanda estacional y la presión sobre los insumos agropecuarios, lo que mantiene fuertes variaciones mensuales en el costo de los alimentos. Aunque algunos sectores muestran señales de estabilización, la canasta básica continúa resintiendo aumentos constantes.
Mientras la inflación general baja, los productos de consumo cotidiano siguen al alza. Para los hogares con niños, el incremento en el precio de la leche resulta especialmente crítico, mientras que el encarecimiento del bistec obliga a muchas familias a optar por pollo o cerdo, generalmente más accesibles.
Ante este escenario, expertos recomiendan comparar precios entre comercios, aprovechar promociones y considerar compras por volumen para mitigar el impacto en el presupuesto familiar.
