La prevención y revisiones tempranas son esenciales para evitar la enfermedad, que suele ser asintomática al principio.
Ciudad de México, (Marcrix Noticias).- El cáncer de próstata en el mundo representa la primera causa de cáncer en hombres, con 1.4 millones de nuevos casos anuales, según datos de ‘Movember’. A pesar de su buen pronóstico si se detecta a tiempo, la enfermedad puede ser asintomática en etapas iniciales, lo que dificulta su diagnóstico precoz.
La detección temprana depende de la prevención y de la realización de revisiones periódicas a partir de los 45 o 50 años, especialmente mediante análisis de sangre, tacto rectal y, en algunos casos, pruebas de imagen.
La autoexploración testicular es una práctica sencilla y fundamental que permite a los hombres conocer su anatomía y detectar cualquier cambio a tiempo. Manuel R. Bernal, enfermero experto del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, señala:
“Muchos casos de cáncer testicular se detectan gracias a la autoexploración, por eso es tan importante”.
El Consejo General de Enfermería (CGE) promueve esta práctica a través de vídeos divulgativos en apoyo al movimiento ‘Movember’, que busca concienciar sobre la salud masculina.
Prevención y factores de riesgo
Carlos Lorenzo, presidente de la Asociación Española de Enfermería en Urología, recomienda medidas para reducir riesgos:
- Evitar consumo excesivo de carnes rojas y alimentos procesados
- Controlar sobrepeso u obesidad
- Moderar el consumo de alcohol y evitar el tabaco
“Las revisiones son sencillas y poco invasivas, pero permiten detectar anomalías en etapas iniciales y actuar a tiempo”, asegura Lorenzo.
Además, el papel de la enfermería es clave en la prevención, diagnóstico y rehabilitación. Julio González, especialista en Salud Mental, señala que los hombres suelen sentir pudor ante revisiones de próstata:
“Las enfermeras crean confianza desde la escucha activa, normalizan hablar de emociones y acompañan desde la cercanía profesional”.
El apoyo profesional y la educación sobre salud masculina son esenciales para reducir la incidencia del cáncer de próstata en el mundo y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

