Tras seis años de mantenerse sobria, Paris Jackson muestra la perforación de su tabique nasal por el abuso de las drogas.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- La actriz y cantante Paris Jackson, hija del fallecido Michael Jackson, sorprendió en redes sociales al revelar una secuela física derivada de su antigua adicción a las drogas. En un video compartido en Instagram, Paris Jackson muestra la perforación de su tabique nasal, resultado del daño que sufrió durante su consumo en la juventud.
“Tengo un silbido muy fuerte cuando respiro por la nariz”, explicó al iluminar el interior con la linterna de su teléfono. Luego añadió con franqueza: “Eso es… lo que creen que es. No consuman drogas, niños. O bueno, háganlo; cada quien vive la experiencia que necesita vivir”.
La también modelo subrayó que no recomienda el uso de sustancias, ya que la adicción “arruinó” su vida. Aunque podría corregir la perforación mediante cirugía, descartó hacerlo por el uso de medicamentos que implicaría el procedimiento. “He vivido con esto desde los 20 años y es un fastidio cuando estás en el estudio”, confesó.
Seis años sobria y un nuevo comienzo
Hace casi un año, Paris celebró públicamente su sobriedad tras superar una etapa marcada por la depresión, la ansiedad y el abuso de sustancias.
“Hola, soy Paris Jackson y soy alcohólica y adicta a la heroína”, escribió entonces.
Su recuperación, afirmó, le permitió reencontrarse con la alegría y el propósito: “Es gracias a que estoy sobria que hoy puedo sonreír. Puedo hacer música y disfrutar del amor de mis perros y mi gato”.
El video incluyó imágenes de sus presentaciones, alfombras rojas y momentos personales que reflejan una vida más equilibrada. En otro segmento, Paris Jackson muestra la perforación de su tabique nasal mientras bromea con poder pasar un espagueti a través de ella, antes de emitir el silbido característico al respirar.
Una vida marcada por la fama y la resiliencia
Paris Jackson, de 26 años, creció junto a sus hermanos Michael Joseph y Blanket bajo el cuidado de su padre. La muerte de Michael Jackson en 2009, cuando ella tenía 11 años, fue un punto de quiebre. Desde entonces, su abuela Katherine asumió su custodia y procuró mantener a los nietos alejados del foco mediático.
Durante su adolescencia, Paris enfrentó episodios de acoso y una agresión que agravaron su estado emocional. En 2013, tras autolesionarse, fue internada en una escuela terapéutica en Utah, donde comenzó su proceso de sanación. Hoy, tras varios años de esfuerzo, se mantiene sobria y enfocada en su carrera musical.