En la funeraria, Alfredo Ramírez Bedolla, recibió abucheos e insultos por los presentes, quienes expresaron su enojo por el asesinato de Carlos Manzo.
Uruapan, Michoacán (Marcrix Noticias).– El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, fue rechazado y obligado a retirarse del velorio del alcalde Carlos Manzo Rodríguez, asesinado la noche del sábado durante el Festival de las Velas, tras recibir gritos de “¡Asesino!”, “¡Fuera!” y otras consignas de rechazo por parte de familiares y pobladores congregados en la funeraria.
Medios locales y videos que circulan en redes muestran cómo, al arribar a la funeraria San José, el mandatario fue recibido entre abucheos y reclamos; algunos asistentes intentaron impedir su ingreso y, entre empujones y gritos, el equipo de seguridad tuvo que abrirle paso.
La tensión se mantuvo cuando el gobernador permaneció dentro de la sala por menos de diez minutos y salió escoltado, acompañado por el diputado independiente Conrado Paz.
Durante su salida, los presentes retomaron los gritos y reproches: “¡Fuera, asesino! ¡Ojalá sigas tú!”, se escucha en varios videos que se viralizaron en plataformas sociales, donde los ciudadanos responsabilizan al gobierno estatal por la persistente inseguridad que ha afectado a Uruapan y a otras zonas de Michoacán.
El rechazo popular hacia Ramírez Bedolla, llega en un contexto de creciente indignación por homicidios recientes en la entidad.
Además del caso de Manzo, en las últimas semanas se ha registrado el asesinato de líderes sociales y productivos, como el productor limonero Bernardo Bravo en Apatzingán, lo que ha intensificado las críticas por la estrategia de seguridad del gobierno estatal.
Autoridades estatales y federales mantienen que las investigaciones por el homicidio del alcalde continúan: la Fiscalía de Michoacán y el Gabinete de Seguridad informaron sobre detenciones vinculadas al ataque y el abatimiento de un agresor, mientras que el gobernador expresó su condena por los hechos y dijo que se dará seguimiento a las indagatorias.
No obstante, entre habitantes de Uruapan persiste la demanda de respuestas concretas y medidas que garanticen seguridad.
El velorio de Carlos Manzo, se realiza en una jornada de protesta ciudadana que refleja el cansancio social por la violencia y la impunidad.
En el exterior de la funeraria, familias y vecinos exigen justicia y recordaron las múltiples solicitudes de apoyo que el propio alcalde había hecho a las autoridades antes de su asesinato.