La marcha partirá del Ángel de la Independencia hacia el Zócalo capitalino bajo el lema: “Ayotzinapa Once Años”.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).– Este viernes 26 de septiembre se cumplen 11 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ocurrida en Iguala, Guerrero, en 2014.
Madres, padres y colectivos encabezaron una Marcha Nacional en la Ciudad de México para exigir justicia, verdad y castigo a los responsables de uno de los casos más emblemáticos de impunidad en el país.
Bajo el lema “Ayotzinapa Once Años”, la movilización iniciará a las 16:00 horas en el Ángel de la Independencia, avanzando por Paseo de la Reforma hasta llegar al Zócalo capitalino, donde se realizó un mitin frente a Palacio Nacional.
Desde la víspera, el gobierno federal instaló vallas metálicas de más de dos metros de altura alrededor del recinto histórico como medida preventiva ante posibles protestas.
Las familias de los estudiantes desaparecidos marcharán acompañadas de organizaciones civiles, colectivos y ciudadanos solidarios, quienes reiteraron la consigna que ha marcado el movimiento desde 2014: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.
Durante la jornada se registrarán cierres viales en Avenida Juárez, 5 de Mayo, Moneda y la Plaza de la Constitución, por lo que las autoridades recomendaron como alternativas Eje 1 Norte, Eje 1 Oriente, Circuito Interior, Fray Servando Teresa de Mier y José María Izazaga. También se reportarán afectaciones en el Metrobús Línea 7, el Trolebús Línea 1 y el Metro Zócalo-Tenochtitlán.
La noche de Iguala y la “verdad histórica”
La tragedia comenzó la noche del 26 de septiembre de 2014, cuando los normalistas se trasladaron a Iguala para tomar autobuses con el fin de participar en la marcha del 2 de octubre.
Fueron atacados por policías municipales y presuntos integrantes del grupo criminal Guerreros Unidos, quienes los habrían privado de la libertad. Desde entonces, los 43 estudiantes permanecen desaparecidos.
En enero de 2015, el entonces procurador Jesús Murillo Karam presentó la llamada “verdad histórica”, asegurando que los jóvenes fueron asesinados e incinerados en Cocula.
Sin embargo, años después se demostró que varios de los testimonios que sustentaban esa versión fueron obtenidos bajo tortura, lo que desató indignación nacional e internacional y puso en duda toda la investigación oficial.
A más de una década, las familias de los normalistas denuncian impunidad, encubrimiento y falta de acceso a la verdad, pese a que distintos gobiernos han prometido esclarecer los hechos.