El autodenominado “Apóstol de Jesucristo” enfrenta cargos por tráfico sexual y crimen organizado, y seguirá recluido en la prisión federal de Brooklyn.
New York (Marcrix Noticias).– Naasón Joaquín García, líder de la Iglesia La Luz del Mundo (LLDM), se declaró inocente este martes 23 de septiembre ante una corte federal de New York, donde enfrenta seis cargos que incluyen conspiración de crimen organizado, tráfico sexual y explotación infantil.
De acuerdo con Univisión Noticias, García compareció durante una audiencia de 15 minutos ante la jueza Loretta Preska en Manhattan, en la que escuchó los señalamientos en su contra.
Pese a la gravedad de las acusaciones, el líder religioso rechazó los cargos. Su abogado, Alan Jackson, afirmó que la defensa continuará la batalla legal y aseguró que su cliente mantiene su inocencia. La próxima audiencia fue programada para el 15 de diciembre en la misma corte.
El caso se reforzó con una acusación formal presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos el pasado 10 de septiembre.
El documento señala que García y varios de sus allegados operaban como parte de una organización criminal denominada “Empresa Joaquín LLDM”, que habría utilizado la estructura de la iglesia para encubrir abusos sexuales y desviar recursos financieros.
De acuerdo con los fiscales, donaciones y diezmos habrían sido utilizados para financiar lujos, viajes y la destrucción de pruebas que comprometían a los líderes.
Entre los acusados también figuran Rosa Sosa, Eva García de Joaquín y Azalia Rangel, señaladas de reclutar víctimas; Joram Núñez, acusado de hacerse pasar por abogado para silenciar denuncias; y Silem García Peña, señalado de operar en la esfera mediática para encubrir los abusos.
Las investigaciones apuntan a que la familia Joaquín ha dirigido la iglesia desde 1926 y perpetuado un patrón de explotación sexual y manipulación espiritual durante generaciones.
Tanto el padre de Naasón, Samuel Joaquín, como su abuelo, Eusebio Joaquín “Aarón”, han sido señalados previamente de prácticas similares.
Además de los delitos sexuales, la acusación incluye señalamientos de corrupción y trabajos forzados. Según los documentos judiciales, los seguidores eran obligados a trabajar como niñeras, asistentes, contadores o en labores de construcción sin recibir pago, bajo amenazas de represalias espirituales.
La fiscalía informó que en recientes redadas se incautaron más de dos docenas de dispositivos electrónicos, además de fotos y videos relacionados con abuso sexual infantil.
La investigación también reveló que la red se extendía a México, Estados Unidos, Europa, Asia y África, en donde la iglesia asegura tener presencia.
Con información de Publimetro.