Las protestas cuestionan el plan de recortes a los servicios públicos del Presidente.
Francia (Marcrix Noticias)-Este jueves, Francia vivió una nueva jornada de tensión social marcada por huelgas de transporte, marchas y bloqueos que afectaron al metro de París y a varias ciudades del país.
La movilización, convocada por sindicatos, desafía directamente al presidente Emmanuel Macron y a su plan de recortar la financiación de servicios públicos, un modelo que los franceses consideran parte esencial de su forma de vida.
Gas lacrimógeno se apodera de las calles parisinas este jueves
Desde primeras horas del día, París fue escenario de enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas antidisturbios, que emplearon gas lacrimógeno para dispersar bloqueos en depósitos de autobuses.
A lo largo del país, desde grandes urbes hasta pueblos pequeños, cientos de miles de personas salieron a las calles para expresar su rechazo a la creciente pobreza, la desigualdad y la dificultad de llegar a fin de mes con salarios bajos.
El gobierno respondió con una operación de seguridad de gran escala: unos 80 mil agentes desplegados en todo el país. Hasta el mediodía, el Ministerio del Interior reportó 94 detenciones. En ciudades como Nantes y Lyon se registraron choques con la policía, que utilizó gases lacrimógenos frente a lanzamientos de proyectiles.
“Decimos ‘no’ al gobierno. Ya hemos tenido suficiente. No hay más dinero, el costo de vida es alto”, declaró Nadia Belhoum, trabajadora del transporte en huelga.
Sindicatos contra la austeridad
Los sindicatos denuncian que los recortes presupuestarios, congelaciones en prestaciones sociales y otras medidas de austeridad impactarán sobre todo a trabajadores de bajos ingresos, jubilados y la clase media. Acusan a Macron de erosionar servicios financiados con impuestos —escuelas, hospitales, atención médica y beneficios por desempleo— mientras protege a los más ricos.
“Los servicios públicos se están desmoronando. Siempre son las mismas personas las que pagan”, advirtió la profesora Claudia Nunez.
Desafío al nuevo primer ministro
La protesta supuso además el primer gran reto para Sébastien Lecornu, nombrado la semana pasada como primer ministro de Francia y encargado de conseguir apoyo parlamentario para las reformas.
Muchos manifestantes lo ven como una continuidad de Macron.
“Traer a Lecornu no cambia nada —es solo otro hombre con traje que seguirá la línea de Macron. Queremos que se escuchen nuestras voces. Las personas de mi edad sienten que nadie en la política habla por nosotros. Siempre es nuestra generación la que termina con la inseguridad y la deuda”, señaló la estudiante de 22 años Juliette Martin.
Para muchos ciudadanos, la protesta se tradujo en un calvario diario.
“Cada vez que hay una protesta, parece que la vida diaria es tomada como rehén. Se puede sentir la frustración en el aire. La gente está cansada”, lamentó Nathalie Laurent, trabajadora de oficina en París.
“No necesitamos grandes discursos, necesitamos sentir que alguien en el gobierno entiende lo que este caos significa para nosotros”.
Con información de AP