Más de 20 mil personas se unieron en siete meses y se prevé cerrar 2025 con 40 mil voluntarios.
Polonia (Marcrix Noticias)-A pocos kilómetros de la frontera rusa, en el norte de Polonia, Agnieszka Jedruszak —administradora de oficina y madre de un adolescente— cava una trinchera. Vestida con uniforme militar y el rostro pintado de camuflaje, asegura que su motivación es simple: proteger a su familia.
“Haré cualquier cosa para mantener a salvo a mi hijo. Y sin duda querría luchar para protegerlo”, afirma.
Como ella, miles de ciudadanos polacos están sumándose a entrenamientos militares voluntarios, un reflejo del creciente temor a una posible agresión rusa. El coronel Grzegorz Wawrzynkiewicz, jefe del Centro Central de Reclutamiento Militar, informó que más de 20,000 personas se inscribieron en los primeros siete meses de 2025, y espera cerrar el año con 40,000 voluntarios, más del doble de los registrados en 2022.
La preocupación se intensificó esta semana, después de que Polonia derribara drones rusos que violaron su espacio aéreo, un hecho inédito en el marco de la guerra en Ucrania y la primera vez que un país de la OTAN dispara contra equipos rusos desde 2022. El Kremlin minimizó el incidente, acusando a Occidente de “sobrecarga emocional”.
PREPARATIVOS A GRAN ESCALA
El gobierno polaco ha respondido con una estrategia de defensa cada vez más ambiciosa. Desde la invasión rusa a Ucrania, duplicó su gasto militar hasta alcanzar el 4.7% de su PIB, la proporción más alta de la OTAN. Además, lanzó el proyecto “Escudo del Este”, una línea de fortificaciones de 640 kilómetros a lo largo de las fronteras con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, reforzada con barreras antitanque, sistemas de vigilancia y tecnología de guerra electrónica.
“Los países que no tienen memoria de una ocupación rusa o soviética, para ellos es más difícil imaginar qué es aquello por lo que luchas”, explica Gustav Gressel, especialista en política de defensa.
El ejército polaco también ha reubicado unidades hacia el este y modernizado sus capacidades blindadas y de defensa aérea.
En Braniewo, uno de los principales centros de entrenamiento, los voluntarios practican entre bosques y terrenos arenosos, acompañados por el rugido de los tanques surcoreanos K-2, adquiridos bajo un acuerdo de cooperación militar en 2022.
UN COMPROMISO FLEXIBLE
Los entrenamientos no obligan automáticamente a servir en combate. Los voluntarios pueden elegir entre pasar al servicio militar profesional, unirse a las Fuerzas de Defensa Territorial (WOT) —cuerpo de reservistas que opera a tiempo parcial en sus comunidades— o integrarse en reservas activas y pasivas.
Este modelo busca reforzar la preparación nacional y al mismo tiempo crear oportunidades de empleo en regiones con altos índices de desempleo.
“La gente trabajará y servirá en lugares donde defenderá sus propios hogares”, explicó Pawel Zalewski, viceministro de Defensa.
Con información de AP