El 60% de los desechos termina en el mar, dañando fauna marina y aumentando la inseguridad alimentaria.
Cancún (Marcrix Noticias)-La afectación de más de 800 especies del mar, por la contaminación oceánica en su mayoría a través de microplásticos interfieren en la cadena alimenticia y traen al plato de unas almejas, mejillones, pescados y camarones, químicos que pueden causar daños en la salud.
En Cancún, tan solo el 60% de los desechos que se recolectan en las costas son plásticos de un solo uso, lo que genera pequeñas partículas que van al mar, afectando no solo a peces, también a aves y tortugas.
Según expuso Aracely Ramirez, representante de la organización ambientalista Ocean Conservancy, los microplásticos han llegado a nuestros platos apareciendo no solo en mariscos, sino también en sal y agua potable.
“Tristemente ya encontramos los microplásticos en el agua, en la sal y en investigaciones más recientes ya están en las placentas de las madres gestantes de los niños que van a nacer y ya están llegando a nuestro cerebro, porque el nano plástico son partículas todavía más pequeñas que se están filtrando, por lo que estamos consumiendo plástico de manera directa”, señaló la activista.
Explicó que las especies marinas son las que más daño reciben, sin embargo, la problemática de la contaminación por plásticos afecta a todo el entorno y en realidad, es totalmente prevenible.
Mediante jornadas de limpieza se ha registrado que materiales como el pet son los que más se recolectan con un 60%, mientras que el vidrio y las colillas de cigarro representan el otro 40%.
De acuerdo con la entrevistada, la gente necesita hacer para que esta situación no siga ocurriendo y aún, de cara a que la demanda de productos plásticos sigue aumentando y se estima que alcanzará las mil millones de toneladas para 2050.
Los microplásticos son pequeñas partículas y fibras de plástico, pero no existen estándares establecidos para determinar su tamaño máximo. Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) los identifica como partículas inferiores a cinco milímetros.