El ICE informó que los empleados de Hyundai no cuentan con antecedentes penales.
Georgia (Marcrix Noticias)-Más de 300 trabajadores surcoreanos detenidos tras una masiva redada migratoria en una planta de Hyundai en Georgia serán liberados y repatriados en un vuelo chárter, anunció el domingo el gobierno de Corea del Sur.
Kang Hoon-sik, jefe de despacho presidencial de Lee Jae Myung, informó que las negociaciones con Washington concluyeron de forma favorable y que solo faltan trámites administrativos antes del regreso. El ministro de Relaciones Exteriores, Cho Hyun, viajará el lunes a Estados Unidos para sostener reuniones adicionales.
La redada ocurrió el jueves, cuando cientos de agentes federales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) allanaron la planta de Hyundai, aún en construcción, en la que la automotriz colabora con LG Energy Solution en la producción de baterías para vehículos eléctricos. En total, fueron detenidas 475 personas, en su mayoría surcoreanas.
El operativo forma parte de la política de deportación masiva impulsada por el presidente Donald Trump. Sin embargo, la magnitud del caso y su impacto en un proyecto económico estratégico para Georgia lo hicieron especialmente polémico.
La planta ha sido descrita por funcionarios estatales como la mayor inversión en la historia del estado.
Las imágenes difundidas por ICE muestran a decenas de trabajadores alineados bajo supervisión de agentes, muchos de ellos esposados de manos, tobillos y cintura antes de ser trasladados a un centro de detención en Folkston, cerca de la frontera con Florida.
Aunque ninguno de los detenidos enfrenta cargos criminales, autoridades estadounidenses señalaron que algunos ingresaron al país sin documentos, mientras que otros tenían visas vencidas o entraron con exenciones que les prohibían trabajar.
En Seúl, la noticia causó sorpresa y molestia, dado el carácter estratégico de la relación bilateral. Corea del Sur recordó que recientemente comprometió más de 350.000 millones de dólares en inversiones en Estados Unidos y la compra de 100.000 millones en energía.
El presidente Lee subrayó que los derechos de sus ciudadanos y las operaciones de empresas surcoreanas no deben ser “injustamente vulnerados”.
El gobierno surcoreano adelantó que revisará los mecanismos de visado para trabajadores en proyectos de inversión con Estados Unidos, a fin de evitar nuevas crisis diplomáticas.