Kilmar Ábrego García, de 30 años, denuncia represalias y teme persecución; su defensa señala que Costa Rica aceptó recibirlo.

Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Kilmar Ábrego García, un salvadoreño de 30 años que se convirtió en símbolo de las duras políticas migratorias del presidente Donald Trump, se encuentra detenido en una instalación de Virginia mientras enfrenta una posible deportación a Uganda, en África Oriental.

ARRESTADO POR AGENTES DE ICE EN BALTIMORE

Ábrego, residente de Maryland y trabajador de la construcción, fue arrestado el lunes en Baltimore por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), apenas días después de salir de una cárcel en Tennessee.

Las autoridades federales lo señalan como miembro de la pandilla MS-13, una acusación que él rechaza categóricamente.

UN PROCESO LLENO DE GIROS

El caso de Ábrego García ha estado marcado por irregularidades y decisiones controversiales. Ingresó a Estados Unidos sin papeles a los 16 años y en 2019 un juez dictaminó que podía ser deportado, pero no a El Salvador debido a las amenazas de pandillas en su país natal.

Pese a esa orden, fue enviado a El Salvador en 2023, donde aseguró haber sido torturado. Su esposa, ciudadana estadounidense, demandó al gobierno y logró su regreso a Estados Unidos. Sin embargo, poco después fue acusado en Tennessee de tráfico de personas tras una detención de tránsito en 2022, cargos que su defensa califica como “absurdos y vengativos”.

Mientras su juicio está programado para enero, el gobierno federal insiste en deportarlo alegando que representa un riesgo para la comunidad.

¿DEPORTACIÓN A UGANDA ES UN CASTIGO POLÍTICO?

El viernes pasado, minutos después de su liberación en Tennessee, ICE dio a conocer que Ábrego sería enviado a Uganda. Sus abogados sostienen que se trata de una represalia por haber desafiado en tribunales la deportación a El Salvador y por negarse a declararse culpable.

El propio Ábrego notificó a las autoridades que teme ser perseguido o torturado en Uganda, e incluso que ese país pueda enviarlo de vuelta a El Salvador. Su defensa insiste en que, si debe ser deportado, prefiere Costa Rica, país que ya aceptó recibirlo como inmigrante legal en un acuerdo gestionado con el Departamento de Estado.

En Uganda, figuras de la oposición han criticado el convenio con Washington para aceptar migrantes deportados sin autorización parlamentaria.

“Todo el esquema apesta”, declaró el exlíder opositor Mathias Mpuuga, subrayando que Uganda ya enfrenta dificultades para atender a miles de refugiados de naciones vecinas.

¿QUÉ SIGUE AHORA?

Los abogados de Ábrego han presentado una nueva demanda en la que piden que se garantice su derecho a una “entrevista de temor razonable”, procedimiento clave para determinar si corre riesgo de persecución en Uganda.

Si el gobierno rechaza sus argumentos, podrá apelar ante un juez federal.

“Estados Unidos podría simplemente enviarlo a Costa Rica, que ya aceptó recibirlo. En cambio, eligieron Uganda como forma de castigo”,denunció Simon Sandoval-Moshenberg, su abogado principal.

Con información de AP

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