José Ángel del Villar, fue condenado por sus nexos con el CJNG y deberá pagar una multa de 2 millones de dólares.
Los Ángeles (Marcrix Noticias).– José Ángel del Villar, ex manager del cantante de narcocorridos Gerardo Ortiz y productor de la disquera Del Entertainment, fue sentenciado a cuatro años de prisión en Estados Unidos por haber realizado negocios con un promotor vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El empresario, detenido por el FBI en 2022 y enjuiciado en marzo de este año, deberá presentarse a prisión el próximo 1 de diciembre.
Además de la condena, el juez federal ordenó que pague 2 millones de dólares como parte de la sanción, mientras que su compañía Del Entertainment recibió una multa adicional de 1.8 millones de dólares y tres años de libertad condicional.
La Fiscalía presentó como pruebas contratos, mensajes privados y grabaciones de conciertos realizados en 2018 en Aguascalientes, Baja California y Guanajuato, donde Del Villar utilizó a Ortiz para presentaciones organizadas por Jesús Pérez Alvear, alias “Chucho”, señalado por el Departamento del Tesoro como lavador de dinero del CJNG y Los Cuinis.
Durante el juicio, Gerardo Ortiz testificó en contra de su exrepresentante, relatando cómo fue presionado para cantar en la Feria de San Marcos de Aguascalientes pese a haber sido advertido por el FBI de las sanciones impuestas contra Pérez Alvear.
El Departamento de Justicia subrayó que Del Villar, conocía la ilegalidad de sus acuerdos con “Chucho” Pérez, pero continuó con los negocios. El promotor mexicano, pieza clave en el caso, fue asesinado en diciembre de 2024 en un restaurante de lujo en la Ciudad de México.
Esta es la primera vez que un empresario de música regional mexicana es condenado en Estados Unidos bajo la Ley Kingpin, que prohíbe a ciudadanos estadounidenses mantener relaciones comerciales con narcotraficantes designados.
El caso también salpicó a otros artistas vinculados a la disquera. La semana pasada, el rapero Ricardo Hernández Medrano, alias El Makabélico, fue sancionado por el Departamento del Tesoro por presuntos nexos con el Cártel del Noreste.
Con este fallo, las autoridades estadounidenses, buscan enviar un mensaje claro sobre la infiltración del crimen organizado en la industria musical, un esquema que durante años permitió lavar millones de dólares a través de conciertos y ferias en México.