La Presidenta arremetió contra los líderes del PRI y PAN, acusándolos de traicionar al país y actuar con hipocresía.
Ciudad de México (Marcrix Noticias).– La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, lanzó fuertes críticas contra los líderes de la oposición, Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas y Ricardo Anaya Cortés, a quienes acusó de traicionar los intereses de la nación y de actuar con hipocresía.
Durante “La Mañanera del Pueblo” de este lunes, la mandataria federal calificó al dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alejandro Moreno, como “vende patrias” y al coordinador de los senadores del Partido Acción Nacional (PAN), Ricardo Anaya, como “hipócrita”.
Sheinbaum sostuvo que el poder debe ejercerse con humildad y que los integrantes de su movimiento están obligados a conducirse con sencillez, siguiendo los principios de la Cuarta Transformación. “
El poder se ejerce con humildad… y particularmente los que somos parte de este movimiento de transformación. Ahora, dicho esto, que no sea hipócrita la oposición también, porque se rasgan las vestiduras”, declaró.
La Presidenta subrayó que el pueblo no quiere el regreso de prácticas políticas que, en su opinión, caracterizaron a gobiernos anteriores, donde los funcionarios se distanciaban de la ciudadanía y privilegiaban la ostentación.
Afirmó que su forma de actuar ha sido coherente con su vida personal y profesional “desde antes de ser incluso servidora pública”.
En su mensaje, Sheinbaum cuestionó duramente la trayectoria de Ricardo Anaya, a quien acusó de no haber explicado presuntos actos de corrupción cometidos en Querétaro.
Recordó que el panista vivió seis años en Estados Unidos y que, a su regreso, asumió un escaño en el Senado como legislador plurinominal, beneficiándose del fuero constitucional.
“El coordinador del PAN en el Senado nunca pudo explicar el fraude que cometió en Querétaro, nunca. Se fue seis años a Estados Unidos a vivir, regresó como senador plurinominal por el fuero”, señaló.
Las declaraciones de la mandataria se suman a una serie de confrontaciones políticas entre el gobierno federal y los líderes opositores, en un contexto marcado por debates sobre corrupción, transparencia y la relación de la clase política con la ciudadanía.