Jorge Luis “N” fue sentenciado por el homicidio del sacerdote tzotzil, ocurrido en 2024; el caso generó protestas por la violencia contra defensores de derechos humanos.

México (Marcrix Noticias)-El pasado 5 de agosto de 2025, las autoridades judiciales de Chiapas dictaron sentencia condenatoria de 20 años de prisión a Jorge Luis “N”, responsable del asesinato del sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, un hecho que causó indignación nacional e internacional, especialmente entre comunidades indígenas, organizaciones civiles y defensores de derechos humanos.

El homicidio ocurrió el 1 de julio de 2024, cuando el padre Marcelo fue apuñalado después de oficiar una misa en la parroquia de Guadalupe, ubicada en San Cristóbal de las Casas. El agresor, identificado como Jorge Luis “N”, fue detenido días después del ataque y procesado por homicidio calificado.

Durante el juicio, el Tribunal de Enjuiciamiento concluyó que el acusado actuó con dolo, premeditación y violencia, por lo que se le impuso la pena máxima prevista para este delito, además de una indemnización económica a los familiares del sacerdote.

El padre Marcelo era un sacerdote indígena tzotzil ampliamente reconocido por su trabajo pastoral y activismo social. Su labor se extendía más allá de lo religioso: acompañó a comunidades desplazadas, medió en conflictos territoriales, denunció el tráfico de armas y acompañó caravanas migrantes, convirtiéndose en una figura de autoridad moral en la región.

Desde su parroquia en Simojovel, el padre Marcelo denunció en múltiples ocasiones la presencia del crimen organizado, el despojo de tierras y la omisión del Estado en la protección de pueblos originarios, lo cual lo llevó a recibir amenazas constantes durante años.

Tras su asesinato, se organizaron múltiples manifestaciones en San Cristóbal de las Casas y otras partes del estado. Miles de personas salieron a las calles para exigir justicia y para visibilizar el riesgo que enfrentan líderes comunitarios y religiosos en zonas de conflicto.

Organismos como el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas, la Diócesis de San Cristóbal y diversas ONG internacionales denunciaron que el homicidio del padre Marcelo forma parte de un patrón de violencia sistemática contra defensores de derechos humanos en Chiapas.

La figura del padre Marcelo sigue viva en las comunidades indígenas que acompañó, protegió y representó. Su legado espiritual y político ha sido reivindicado por pueblos originarios, quienes continúan exigiendo el respeto a sus territorios, culturas y derechos.

El asesinato de Marcelo Pérez Pérez representa una herida abierta para Chiapas, pero también un llamado urgente para que el Estado garantice la seguridad y dignidad de quienes trabajan por la paz y la justicia desde las comunidades más vulnerables.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

No puedes copiar el contenido de esta página