Se cumplen cinco décadas de la misión que unió en el espacio a Estados Unidos y la URSS, marcando un hito en la cooperación espacial internacional.
Estados Unidos (Marcrix Noticias)-Hace medio siglo, el mundo fue testigo de un momento sin precedentes: el encuentro en el espacio entre una nave estadounidense y una soviética. En julio de 1975, en plena Guerra Fría, el astronauta Thomas Stafford de la NASA y el cosmonauta Alexei Leonov de la Unión Soviética se dieron la mano en órbita, un gesto simbólico que marcó el inicio de una nueva era de colaboración entre dos potencias rivales.
La misión, conocida como el Proyecto de Prueba Apolo-Soyuz, comenzó el 15 de julio con dos lanzamientos coordinados. En julio de 1975, el astronauta Thomas Stafford de la NASA y el cosmonauta Alexei Leonov de la Unión Soviética se dieron la mano en órbita.
(Foto: NASA) En julio de 1975, el astronauta Thomas Stafford de la NASA y el cosmonauta Alexei Leonov de la Unión Soviética se dieron la mano en órbita. (Foto: NASA) Desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, despegó la Soyuz 19 a las 8:20 a.m. EDT con Leonov y Valery Kubasov a bordo. Horas más tarde, a las 3:50 p.m., la nave Apolo partió del Centro Espacial Kennedy, en Florida, tripulada por Stafford, Vance Brand y Donald Slayton.
Tras dos días de maniobras orbitales, ambas naves lograron acoplarse el 17 de julio a las 12:12 p.m., mientras sobrevolaban el Atlántico. A las 3:17 p.m. se abrieron las escotillas, y las tripulaciones realizaron el histórico saludo que fue transmitido en vivo a millones de personas alrededor del mundo.
Durante casi 20 horas de actividades conjuntas, astronautas y cosmonautas compartieron comida, realizaron experimentos científicos, intercambiaron regalos y atendieron llamadas de felicitación de los líderes de sus respectivos países: Leonid Brézhnev y Gerald Ford.
También ofrecieron una visita televisada de ambas naves y participaron en ejercicios conjuntos, como parte de un entrenamiento para futuras colaboraciones. Uno de los momentos más singulares ocurrió durante la separación temporal de las naves el 19 de julio. La Apolo bloqueó la luz solar sobre la Soyuz, generando un eclipse artificial que permitió a los cosmonautas capturar imágenes de la corona solar, una hazaña inédita hasta entonces.
La misión concluyó en días distintos para cada nave. La Soyuz 19 aterrizó el 21 de julio en Kazajistán, siendo la primera misión soviética transmitida por televisión tanto en su lanzamiento como en su regreso.
La Apolo, por su parte, amerizó en el Pacífico el 24 de julio, marcando el último descenso acuático planificado de una misión tripulada de Estados Unidos. El Proyecto de Prueba Apolo-Soyuz no solo representó un logro técnico, sino también un poderoso símbolo de entendimiento en uno de los momentos más tensos de la historia moderna.
Aquel apretón de manos en el espacio sentó las bases para futuras colaboraciones en el transbordador espacial, la estación espacial Mir y, más adelante, la Estación Espacial Internacional.