La empresa Acuario Arrecifal promovió un amparo para enfrentar las medidas impuestas por Profepa, que clausuró el delfinario en la Riviera Maya por uso indebido de ejemplares marinos.
Playa del Carmen (Marcrix Noticias)-El delfinario del hotel Barceló, ubicado en la Riviera Maya, ha iniciado una batalla legal contra la clausura definitivay la sanción económica impuestas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tras detectar irregularidades graves en su operación.
La empresa Acuario Arrecifal, responsable del manejo del delfinario, promovió un amparo indirecto ante el Juzgado Quinto de Distrito, bajo el expediente 279/2025, con el que busca impugnar la suspensión aplicada desde marzo por el uso de delfines en acrobacias, actividad no autorizada en su plan de manejo.
Sin suspensión favorable hasta el momento
Aunque la empresa también acudió a un Tribunal Colegiado de Circuito en Cancún, no ha logrado obtener medidas de suspensión que le permitan continuar operaciones. El Tribunal avaló la colocación visible del sello de suspensión por parte de Profepa, argumentando que es necesario para garantizar el cumplimiento de la medida y la protección de los animales.
“La autoridad responsable determinó la ubicación visible de los sellos como necesaria para garantizar la eficacia de la medida de seguridad (…), comprometiendo la protección de los ejemplares y la observancia de la normativa ambiental”, señala el resolutivo del Tercer Tribunal Colegiado de Circuito.
Nuevas acciones legales en puerta
Se prevé que en los próximos días la empresa amplíe su demanda de amparo o presente un nuevo recurso legal para impugnar la clausura definitiva anunciada el pasado lunes, que afecta todas las operaciones del delfinario.
Multa millonaria y antecedentes
La Profepa impuso una multa superior a los 7.5 millones de pesos a la empresa por diversas irregularidades, entre ellas no reportar un accidente ocurrido en 2020 con uno de los ejemplares marinos.
La autoridad ha sostenido que las sanciones buscan proteger la vida silvestre y prevenir riesgos a los delfines, lo que constituye un interés superior protegido por la Constitución y leyes ambientales mexicanas.
Llamado de organizaciones animalistas
Organizaciones defensoras de animales han celebrado la clausura, aunque exigen la reubicación inmediata de los cuatro delfines que permanecen en el lugar. Solicitan su traslado a un corral de mar, donde puedan vivir en condiciones más acordes a su bienestar.
La disputa legal continúa mientras crece la presión social y mediática para cerrar definitivamente los delfinarios en México.
