El primer ministro británico anunciará nuevas medidas para controlar la migración legal e ilegal, en respuesta al creciente descontento social y al ascenso del partido Reform UK.

Londres, Reino Unido. (Marcrix Noticias)— El primer ministro británico Keir Starmer presentará este lunes un nuevo paquete de medidas para endurecer la política migratoria del Reino Unido. La decisión llega en un momento de fuerte presión pública y tras el ascenso del partido Reform UK, que ha capitalizado el descontento ciudadano por los altos niveles de inmigración.

Starmer, líder del Partido Laborista, busca marcar un giro firme tras las recientes elecciones locales, en las que tanto laboristas como conservadores perdieron terreno. En fragmentos adelantados de su discurso, el mandatario promete “poner fin al fallido experimento de fronteras abiertas del Reino Unido” y establecer un sistema migratorio “controlado, selectivo y justo”.

Entre las acciones que se anunciarán, destaca la implementación de controles más estrictos en los rubros de trabajo, estudio y reunificación familiar, así como un refuerzo en la aplicación de la ley y la reducción de cifras migratorias. La ministra del Interior, Yvette Cooper, adelantó que no habrá una meta numérica, pero confirmó la eliminación de 50,000 visas para trabajadores menos calificados en los próximos 12 meses.

El debate migratorio en el Reino Unido tiene larga data, intensificándose desde 2004, cuando se permitió el ingreso libre de trabajadores de los nuevos países miembros de la Unión Europea. A pesar del Brexit y sus nuevas restricciones, la migración legal sigue siendo elevada, al igual que los cruces ilegales a través del Canal de la Mancha: en 2023 se reportaron unos 37,000 ingresos irregulares por esa vía.

Según cifras oficiales, la migración neta hasta junio de 2024 fue de 728,000 personas, una reducción del 20% respecto al año anterior, pero aún muy por encima de las metas previas. Esta situación ha sido aprovechada por Reform UK, cuyo líder adjunto, Richard Tice, afirmó que “la gente está furiosa” por los niveles actuales de inmigración.

El gobierno de Starmer busca ahora frenar esa ola de indignación con un enfoque más estricto, mientras intenta mantener la estabilidad económica y política del país.