Uno de los casos más destacados es el basurero clandestino que existía en la unidad deportiva Candelario Lira, el cual ha sido eliminado gracias a la vigilancia constante y a la instalación de una malla perimetral.
José Antonio de la Torre Chambé, director de Servicios Públicos, destacó que esta estrategia ha cambiado la percepción de impunidad entre los ciudadanos. “La gente sabe ahora que puede ser sancionada si tira basura en lugares prohibidos. Esta semana, sorprendimos a personas arrojando cascajo y procedimos a aplicar sanciones”, indicó.
El proyecto ha permitido una reducción significativa de los 250 basureros clandestinos que se registraron el año pasado. Entre los avances se encuentra la vigilancia reforzada en el polígono Norte, uno de los puntos más conflictivos en términos de acumulación de desechos.
La estrategia también incluye campañas de concienciación para que los ciudadanos lleven sus residuos y cacharros al relleno sanitario en lugar de dejarlos en las calles. En el caso de la supermanzana 75, conocida por la acumulación de montones de basura en las esquinas, las Patrullas Verdes han intensificado sus esfuerzos para controlar la situación.
En 2025, Siresol contará con seis nuevas Patrullas Verdes, lo que permitirá ampliar la vigilancia y monitoreo en más puntos críticos de la ciudad. De la Torre Chambé destacó que este proyecto no solo busca sancionar, sino también fomentar una cultura de responsabilidad entre los habitantes.
“Más que colocar barreras físicas, lo importante es que la gente tome conciencia sobre el manejo adecuado de sus desechos. Esto es fundamental para lograr una Cancún más limpia y ordenada”, concluyó el funcionario.