Por primera vez, Estados Unidos produce hidrógeno utilizando energía nuclear en la planta de Nine Mile Point, Nueva York.
La planta nuclear de Nine Mile Point, ubicada en el norte de Nueva York, marcó un hito al convertirse en la primera instalación en Estados Unidos en producir hidrógeno utilizando energía nuclear. Este proyecto piloto, respaldado por el Departamento de Energía de EE.UU., forma parte de un esfuerzo por explorar alternativas de descarbonización en sectores industriales como la siderurgia y la producción de cemento.
El hidrógeno producido en esta planta, conocido como “rojo” o “púrpura”, se obtiene mediante un proceso de electrólisis que utiliza electricidad de origen nuclear para separar el agua en hidrógeno y oxígeno. A pesar de que la energía nuclear no genera emisiones de carbono durante su operación, los residuos radiactivos y los riesgos de accidentes siguen siendo temas controvertidos.
La implementación de hidrógeno nuclear ha generado posturas divididas. Por un lado, sus defensores destacan su capacidad para complementar la descarbonización en sectores difíciles de electrificar. Sin embargo, críticos como Greenpeace argumentan que los recursos destinados a la energía nuclear podrían ser más efectivos si se invierten en infraestructura renovable, como la solar y la eólica, que ofrecen mayores beneficios ambientales a largo plazo.
Un estudio reciente sugiere que priorizar las renovables podría reducir emisiones de manera más significativa que la construcción de nuevos reactores nucleares. Además, persisten las preocupaciones por la falta de una solución definitiva para el manejo de residuos nucleares.
El modelo estadounidense no es único: países como Japón ya producen hidrógeno nuclear. Sin embargo, expertos advierten que seguir esta tendencia sin una evaluación integral podría comprometer los objetivos de sostenibilidad a largo plazo.
La discusión sobre el papel de la energía nuclear en la transición energética continuará a medida que los países busquen equilibrar seguridad, eficiencia y sostenibilidad en sus políticas energéticas.
