Analistas señalaron que México fue lento en reaccionar por esperar al Fed y a que la inflación cediera.
México (Marcrix Noticias)-En una decisión controversial, el Banco de México (Banxico) ha recortado su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, llevándola a un nivel de 10.75%. Esta decisión se produce en un momento en el que la inflación en México ha continuado su ascenso, alcanzando un 5.57% en julio, el nivel más alto en 14 meses, según datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La medida del Banxico no fue unánime, reflejando la complejidad del escenario económico actual. La Junta de Gobierno del banco central reconoció que la economía mexicana está mostrando signos de desaceleración, pero también destacó los riesgos asociados con la depreciación reciente del peso mexicano en medio de la volatilidad de los mercados financieros globales.
En su reunión de finales de junio, Banxico había decidido mantener la tasa de referencia en 11.00% debido a la volatilidad poselectoral del peso y al aumento de la inflación en el país. Sin embargo, la situación ha cambiado desde entonces, lo que ha llevado a una revisión de la política monetaria.
El recorte de la tasa de interés se produce después de que Banxico comenzara a reducir las tasas en marzo de este año, por primera vez en tres años, uniéndose a una tendencia regional de relajación monetaria en respuesta a señales de disminución de la inflación. No obstante, tras una desaceleración temporal, la inflación ha vuelto a repuntar, lo que complica el panorama económico.
Analistas de Barclays han criticado a Banxico por lo que perciben como una respuesta lenta a la situación inflacionaria, sugiriendo que el banco central podría estar esperando los movimientos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed). Se anticipa que la Fed podría recortar sus tasas en septiembre y nuevamente en diciembre, lo que podría influir en futuras decisiones de Banxico.
Por su parte, especialistas de Bank of America (BofA) habían pronosticado que Banxico mantendría su tasa de interés sin cambios, dada la persistente inflación, que aún se encuentra lejos de la meta del 3%, y la reciente depreciación del peso.
La decisión de Banxico subraya los desafíos a los que se enfrenta la política monetaria mexicana, en un contexto de alta inflación, presión sobre el peso y una economía que muestra signos de desaceleración.