Más de 120 buques esperan pasar y podrían perder o encarecer los productos por la espera de hasta 14 días
Ciudad de México (Marcrix Noticias).- Alrededor de 130 buques, más de lo que normalmente maneja el Canal de Panamá, esperan para cruzar la vía, muchos de ellos graneleros y gaseros que no pudieron hacer una reserva. Es una congestión derivada de la falta de agua por la fuerte sequía de este año que impacta en el comercio internacional.
Hasta la tarde del 22 de agosto había 128 buques en cola para cruzar, 54 con reserva y 74 sin ella, informó el Canal de Panamá en una nota de prensa, en la que aseguró que “en circunstancias normales, hasta 90 buques esperan para transitar” por la vía.
Esa cifra es menor a los 134 buques en espera que había el lunes, como indicó el Canal a EFE en una respuesta escrita, en la que precisó además que “para este mes, el tiempo promedio de espera para tránsitos no reservados se sitúa entre 9 y 11 días”.

Este atasco ocurre después de que se limitara a 32, de un máximo de 38, el número de buques que puede transitar cada día por el Canal, una medida impuesta desde el pasado 30 de julio y hasta “nuevo aviso” como consecuencia “de no disponer de agua”.
Esta medida siguió a la reducción escalonada del calado, o la profundidad que alcanza en el agua la parte sumergida de una embarcación, que está ahora en 44 pies de un máximo de 50.
Esto implica que los buques deben pasar con menos carga, lo que impacta en los ingresos por peajes del Canal de Panamá, una ruta relevante del comercio mundial que mueve cada año de 500 a 510 millones de toneladas de carga, según datos de su administración.
Las repercusiones económicas derivan de que las principales rutas que atiende el Canal de Panamá son la Costa Este de Estados Unidos-Asia; Costa Este de EE.UU.-Costa Oeste de Suramérica, y Europa-Costa Oeste de Suramérica, que se están viendo impactadas de una u otra forma por el embotellamiento.

Por el Canal pasa todo tipo de carga, desde portacontenedores, el segmento estrella del negocio, hasta buques refrigerados con frutas, pasando por graneleros, gaseros y portavehículos, dijo a EFE Jorge Quijano, que fue el administrador de la ACP entre 2012 y el 2019.
Los que ahora están aglomerados tanto en la entrada del Pacífico como del Atlántico son en su mayoría buques graneleros que transportan carbón o mineral de hierro, y algunos gaseros, entre otros, que no pudieron reservar el tránsito.
Algunas de estas embarcaciones, que pueden acumular hasta 14 días de espera según fuentes de la industria, están optando por las subastas para poder conseguir una reserva, lo que eleva sus costos.
“Han estado pagando hasta 700 mil dólares por poder conseguir esa subasta, a eso hay que sumar lo que cuesta el peaje y demás”, afirmó el ex administrador de la ACP.
Texto y Fotos de EFE
